Comics que me hicieron llorar de pibe (o que al menos me sacaron un par de lágrimas)

Leyendo un post en el blog Robot 6 sobre comics que causaban lágrimas, se me ocurrió a mi hacer un post sobre lo mismo, un poco para variar el contenido que vengo posteando y que no sea todo reseñas y también porque un comic que te logra llevar al punto emocional en el que te pones a llorar, o que al menos este cerca, es bastante digno de mencionar.

Obviamente es un tema muy personal, las mismas cosas no nos mueven a todos, por lo que esta lista es también muy personal y seguramente muchos de estos comics o secuencias no le generen nada a varios (insensibles sin corazón).

Teniendo en cuenta que el tema principal del articulo es algo un poco distinto, tengo que mencionar también que me llevo a incluir una mayor cantidad de anecdotas y comentarios personales.

Haciendo notas para armar esta lista, me di cuenta de que realmente varios comics me acercaron al punto de llorar, o al menos que se me mojen los ojos y por ahí se me caiga alguna lágrima. No llore a moco tendido en ninguno, eso supongo sería demasiado, pero igual son varios los momentos que realmente me emocionaron. No me sorprendo al darme cuenta de que soy bastante fácil para emocionarme y que se me caiga alguna lágrima, si, y es lo mismo en las películas, es algo que tengo asumido, se ve que empatizo demasiado fácil.

En este artículo me dedico entonces específicamente a comics que me hicieron llorar de pendejo, de pibe, lo cual significa hasta entrada la adolescencia más o menos.

Como puede ver el que lea esto, pongo varias imágenes para que sea más llamativo visualmente y sirva de ayuda memoria para gente que leyó esas escenas pero no se acuerda tan bien, pero todos los momentos necesitan de haber leído toda la historia previa para que logre emocionar. No creo que las pocas viñetas que posteo muevan a nadie por si solas, ademas de que es distinto leer las secuencias por primera vez de grande.

La primer cosa que me debe haber hecho llorar leyendo comics es o la muerte de Superman, o la muerte de Barry Allen, no estoy bastante seguro de cual de las dos porque están entre las cosas que leí en mis primeros años de leer comics.

Respecto a la muerte de Superman, el momento que a mi inevitablemente me hizo llorar, y que me sigue sacando alguna lágrima o al menos mojando los ojos cada una de las veces que la leo, son las últimas hojas, especialmente la última de Lois agarrando a un Superman todo ensangrentado, hecho mierda, sin vida ya, con el texto que dice “Porque este es el día… que murió Superman”. Así directamente, la traducción no es mía.

La muerte de Superman, como la mayoría de los argentinos comiqueros de mi generación y las cercanas, la leí en el especial que sacó Perfil en su momento, mi primer “tp”. Ahora no tengo ganas de empezar a abrir cajas para fijarme, pero si mal no recuerdo esto se publicó en el año 1995, cuando yo tendría 11 años. Me gusta tanto esta edición que, a pesar de que me parece que es una de las historias de Superman que vale la pena tener, tarde mucho hasta que se me ocurrió comprarla en el original, y la leí en inglés y realmente no es lo mismo (si bien traducciones como la de Bloodwynd —> VientoSangre son bastante imperdonables).

La muerte de Superman es una historia que nació más que nada de una movida marketinera, para mover a un personaje que ya estaba bastante muerto en cuanto a ventas, y que terminó teniendo muchísima más repercusión que la que DC se esperaba. Para ese momento todavía ninguna de las 2 grandes se había jugado y había matado a uno de los personajes más importantes, y la muerte de alguien como Superman sorprendió bastante (apareció en todos los diarios de Estados Unidos, y hasta acá en Argentina en Clarín y seguramente algún otro).

Yo no tenia idea de mandatos editoriales ni mucho sentido de lo comercial cuando la lei por primera vez, y simplemente me sorprendió la historia, la fuerza que tiene, la intensidad. Cómo se va desarrollando la historia, creciendo lentamente en intensidad, hasta llegar a las escenas finales de Doomsday peleando golpe a golpe con Superman en Metrópolis, rompiendo todas las ventanas con cada golpe y haciendo un cráter a lo DragonBall, y después la muerte. Fue demasiado heroico y trágico para un pibe de 11 años, y lo sigue siendo hoy si la leo.

Si alguien me pregunta cual es el comic que mas me gusta, o que le mencione un par, primero me van a venir a la mente cosas como Invisibles, Watchmen, Sandman, no creo que mencionaría a la muerte de Superman ni siquiera entre los primeros quince o veinte, pero es realmente un momento muy fuerte dentro del género superheroico y le hace honor completamente a como debería ser la muerte de un personaje que representa tanto como Superman. Yo nunca fui particularmente fan de Superman, me aburre bastante, y leí pocas cosas buenas, con excepciones como las dos historias de Moore, All Star Superman, Secret Identity y esto, pero no se puede dejar de reconocer la importancia de Superman como icono o arquetipo.

Otra historia de Superman que me sacó varias lágrimas de chico es la de la primera aparición post-Crisis de Titano, el gorila gigante que aparece en el primer anual de la serie de Superman post-Crisis. Escriben John Byrne y Ron Frenz, que también lo dibuja junto con Brett Breeding.

La historia no es tremendamente original ni nada por el estilo, Titano resulta ser un gorila normal en el cual estaban experimentando bastante cruelmente y lo hacen mutar en un gorila gigante que empieza a romper todo, asustado y enojado por todo el maltrato. Al final Lois logra calmarlo junto con Superman, y ahí los científicos que lo habían hecho mutar le tiran un rayo que lo vuelve a su tamaño normal, pero matándolo en el proceso. Leerlo hoy en día no me causa lo mismo que al hacerlo de chico, hoy le veo más la poca originalidad de la historia junto con una ejecución decente pero que tampoco es la gran cosa.

La muerte de Barry Allen, el segundo Flash, para el que no lo sabe, se da en Crisis en Tierras Infinitas, publicada por DC en 1986 para arreglar el quilombo que tenían con el Multiverso, que probablemente le requería varias semanas de training a cada editor para que ellos mismos entiendan como estaba conformado todo, así que la gente, especialmente nuevos lectores, entendían bastante poco.

Crisis, a pesar de que se publico antes de la muerte de Superman, creo que la leí después, aunque tal vez fue muy poco antes, porque Crisis y los primeros 18 o 19 números de Sandman por Zinco son los primeros comics que compré afuera de lo publicado por Perfil, y en el momento que los compré Perfil todavía seguía publicando. Me acuerdo que los compré yendo con mi hermano al primer Club del Comic que era un sucucho chiquito adentro de una galería, y se los pagué a un barbudo que probablemente era Rafael de la Iglesia, que a su vez años después en psicofxp me enteré que era el mismo profesor Weirdo y el Escriba Rascomix que contestaban los correos de Perfil.

Volviendo al momento en sí, Barry era un personaje con el que yo no tenía demasiada conexión o simpatía (nunca tuve tampoco), sabía que había un Flash, y ya seguramente para ese momento había visto la serie de Flash que había salido (alquilándolo como películas en un video que iba de pendejo), pero “mi” Flash siempre fue Wally West. Más allá de esto Barry tenía mucha importancia como personaje y muchos seguidores, y tuvo la muerte que se merecía (todo para que mas de veinte años después el salame de Johns lo trajera de vuelta en Flash Rebirth, que todavía no leí).

A pesar de que no muere salvando al mundo en sí, muere de manera muy heroica y cagando bastante al Anti Monitor, además de que el momento de la muerte en sí está muy bien narrado por Wolfman y son muy buenas las escenas en las que ve a personas como Batman, Wally, etc, mientras está en el momento de su muerte, viajando en el tiempo y el espacio por la velocidad que había alcanzado. Crisis nunca la leí en inglés, pero alguna vez lo debería hacer, este no es un momento que tengo tan asociado con las frases en castellano como la muerte de Superman.

Iba a remarcar que la muerte de Barry Allen y la de Kara – Supergirl en Crisis me siguen emocionando al día de hoy, aunque no al mismo nivel que la primera vez, pero me doy cuenta de que me pasa lo mismo con casi todos los momentos que vaya a poner, más allá de que en muchos casos hayan pasado realmente muchos años para mi (27 al momento). Las mismas cosas que me emocionaron entonces, por más que algunos entonces sean casi quince años, me siguen emocionando hoy, lo cual supongo que es positivo.

El siguiente momento de esta lista se da en la Liga de la Justicia América de Kieth Giffen y DeMatteis (que también leí publicada por Perfil, si bien estoy comprando los hardcovers en inglés que está sacando DC) la etapa dibujada por Adam Hughes, cuando el robot que estaba personificando al Mr. Miracle sin que la gente de la Liga lo sepa muere peleando contra Despero, en casi la primera pelea de la Liga que es bastante dura y que no tiene nada de graciosa.

Esta escena tiene la particularidad de ser como la de Gandalf contra el Balrog en Moria especialmente en la película del Señor de los Anillos, tanto por lo que pasa como por mi reacción. En esta escena, la primera vez y cada vez también, se me cae alguna lágrima a pesar de que sé que Gandalf no se muere, lo cual tenía bastante claro habiendo leído el libro varias veces, y lo mismo pasa acá. Todos sabíamos que el que moría era un robot y no Mr. Miracle (no es algo que se revela después), pero igual me emociona cada vez que lo leo por las reacciones de sus compañeros.

El cuarto momento de la lista es el último de mi etapa de lector de comics traducidos al español (en este caso lo compré originalmente en la edición de Zinco), y se da en la saga Hábitos Peligrosos de Garth Ennis en Hellblazer.

Para el que no lo leyó o no se acuerda, esta es la saga en la que Constantine se agarra cáncer de pulmón por fumar demasiado durante demasiados años, aunque al final termina zafando a su manera particular. John en un momento visita el pabellón de los pacientes con cáncer de un hospital, y se hace amigo de uno de los que está ahí, que parece ser un espíritu afín.

Después de que Constantine caga a los demonios y hace que lo curen se pone en pedo varios días y se olvida de Matt, al que va corriendo a visitar pensando que seguramente había muerto mientras se ponía en pedo como un boludo. Llega al hospital y Matt está bien, sorprendido de verlo, pero se muere poco después de que empiezan a hablar.

Kit había acompañado a John a verlo, y justo se había ido a buscarles té cuando pasa todo, y vuelve para encontrar el cuarto lleno de gente y todo ensangrentado. Sale a buscar a John, que está llorando bajo la lluvia, y los dos se abrazan. Es un momento muy bien logrado por Ennis y Simpson, que para mi dibuja la mejor Kit (especialmente en este número).

Otro momento, ya leyendo en inglés, se da en uno de mis primeros tps originales yankis, en la saga Terminal Velocity de Mark Waid en Flash.

El hecho de que me guste tanto este momento y que me emocione creo yo que es prueba suficiente de que algo de romántico tengo. El momento en sí es toda la secuencia del final, cuando Wally se resigna a perderse en la Speed Force, que supuestamente es el lugar donde van todos los speedsters al momento de morir, aunque en realidad no mueren sino que entran a esta suerte de cielo para velocistas, que a su vez es la energía semi “consciente” que le da sus poderes a sus elegidos.

Resulta que una vez que se entra a la Speed Force no se puede salir, y Wally se resigna a esto para salvar de la muerte a Linda. Todo este momento ya es bastante triste, pero el momento que me terminó de sacar todo lo duro metalero adolescente es cuando Linda espera un milagro que después pasa y Wally vuelve a aparecer en la Tierra, diciéndole que pudo volver gracias y solamente por el amor por ella, que lo trajo de vuelta.

El último momento de esta lista se da en el final de Final Night, la “macrosaga” del año de DC de 1996, escrita por Karl Kesel, con dibujos de Stuart Immonen (yo tenía 12 años cuando la leí). En esta saga aparece un ser llamado el Sun Eater que se empieza a comer al sol, chupándole la energía. Los héroes prueban varias cosas pero no funciona nada y el mundo se acerca a una extinción total de su vida hasta que aparece Hal Jordan en su etapa Parallax, pero años después de Emerald Twilight y Zero Hour, que recupera un poco al héroe adentro suyo y muere absorbiendo al Sun Eater mientras recita su juramento.

El momento me emociona porque está bastante logrado y porque me parece una muerte apropiada, que redime en gran manera a quien en algún momento fue un gran héroe. Es por esto también que ahí se debería haber cerrado el personaje de Jordan y no que se le deje a Johns hacer su primer Rebirth, con la explicación chotísima del parásito amarillo Parallax.

De Jordan había leído algunos pocos comics de la editorial Novaro mexicana legados a mi por mi vieja, de los teamups de Green Lantern / Green Arrow, pero igual, como con Wally West, “mi” GL es Kyle Rayner, el personaje de piloto de pruebas de jets, hombre sin miedo, de Jordan nunca me llamó.

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