Cosmic Odyssey es una miniserie de 4 números publicada originalmente en formato Prestige que vendría a ser el 2do evento de DC publicado en 1988, aunque Millennium se publica en los primeros dos meses de 1988, y Cosmic Odyssey lo hace entre Diciembre de 1988 y Marzo de 1989.
Digo vendría a ser porque es bastante diferente al MEGAEVENTO clásico. La primer diferencia es que no tiene múltiples crossovers o tie-ins y es una historia contenida completamente en la miniserie, lo cual le juega a favor. La segunda diferencia ya es un poco más sutil, que es que Cosmic Odyssey tiene una profundidad que normalmente no aparece en este tipo de comics.
Normalmente se lo incluye igual entre los MEGAEVENTOS DC por los personajes que aparecen y por la amenaza de nivel cósmico, aunque no se haya extendido con tie-ins en las series regulares de cada uno.
La escribe Jim Starlin, y tiene dibujos de Mike Mignola, con tintas de Carlos Garzón.
El hecho de que Mignola sea el dibujante de un evento de este tipo se entiende porque esto pasa antes de Hellboy y de que el arte de Mignola se acentúe todavía más en el uso de sombras y oscuridad. A mi particularmente me encanta la elección de Mignola y su arte en esta serie, el cual está también ayudado por un gran trabajo de Steve Oliff, que hace que me den ganas de fijarme quien es el encargado del color, lo cual no siempre me pasa. El arte de Mignola es un punto altísimo y hace que sea el evento más lindo de mirar de todos los que vengo reseñando.
El villano principal de Cosmic Odyssey es Darkseid, que vuelve a tomar protagonismo central como villano de un evento con Legends no muy lejos, pero acá tomando un papel más directo al meterse personalmente en el tema, estando implicada la Ecuación Anti-Vida que tanto persigue.
Al principio se hace el que está del lado de los héroes, siendo la Anti-Vida una amenaza para todo el Universo, pero al final lógicamente se revela con una agenda propia. Darkseid resulta una buena elección una vez más, aunque mi opinión personal influya en el comentario anterior, ya que siempre me pareció un gran villano, el mejor que le dejó Jack Kirby a DC.
Otro punto a favor que tiene la serie es el hecho de que aparezcan varios personajes pero tampoco tantos, permitiendo al menos algo de caracterización de cada uno de los que aparecen, y teniendo consecuencias más significativas para un par que todo lo que pasa en Millennium entero.
La historia tiene a Metron, de los New Gods, liberando a una entidad de la Anti-Vida que a su vez libera cuatro aspectos suyos que se disponen a destruir al menos dos de cuatro planetas específicos, lo cual colapsaría la Vía Láctea y le permitiría a la Anti-Vida consumir nuestro universo, por algún motivo.
Para frenar todo esto, Darkseid decide que por una vez necesita la ayuda de superhéroes y entonces se junta con el Highfather de New Genesis (el que era AltoPadre en Perfil, en una de sus traducciones impresentables) para armar cuatro grupos que mandan a frenar a cada aspecto y salvar a los planetas.
Superman y Orion van a defender a Thanagar, Lightray y Starfire a Rann, Batman y Forager a la Tierra, y J’onn J’onzz, el Martian Manhunter, junto con John Stewart, Green Lantern, a Xanshi, cada grupo con un arma especial diseñada por Darkseid para atrapar el aspecto de la Anti-Vida.
En la conformación de estos dúos ya se puede ver que Starlin está haciendo algo distinto. Los grupos no están elegidos por nivel de poder claramente, sino Orion y Superman no estarían juntos, por ejemplo, ni tampoco obedecen a alguna estrategia arbitraria mencionada como explicación en el comic, es claro que Starlin quería explorar otras cosas y los grupos son así porque los elige él.
Superman y Orion son los dos más poderosos del grupo, pero ambos son figuras completamente distintas en su filosofía en cuanto al uso de su poder. Un Lightray que hace acordar a Starfox (creación del mismo Starlin para Marvel y un famoso abusador de mujeres con su poder) va junto a Starfire, una bomba sexual y poderosa que se grabó en la mente de miles de chicos y adolescentes desde los dibujos de George Perez en Teen Titans. Batman, un multimillonario que es parte de e interactivo cada vez que lo necesita con la clase más alta, va con Forager, parte de una clase de ciudadanos de Nueva Genesis considerados inferiores por muchos. Green Lantern, un humano que es parte de una policía intergaláctica que viaja regularmente al espacio y a otros planetas va con Martian Manhunter, un alien que perdió su planeta e hizo de la Tierra y los humanos su hogar.
Esta bien que las dicotomías no están tan perfectamente delineadas en todos los casos, por ejemplo Batman no representa en sí a la clase alta de la sociedad y Bruce Wayne que si lo hace no aparece en la historia, pero es claro que Starlin está jugando con estos temas al separarlos de esta manera.
Parte del plan de Darkseid y Highfather implica volver a unir a Etrigan, debilitado sin un cuerpo humano anfitrión, con Jason Blood, que no está muy contento por todo el tema, a pesar de así volver a ser inmortal. Termina accediendo igual bajo presión, ya que supuestamente Etrigan era necesario para restablecer una barrera entre el Universo normal y el de la Anti-Vida, que se había debilitado por culpa de Metron.
Todos los grupos se encuentran con algo de resistencia en cada planeta, todo influenciado por la Anti-Vida. Orion y Superman pelean contra unos Thanagarianos controlados mentalmente, por lo cual básicamente pelean contra un par de docenas de Hawkmans y Hawkwomans, y como es esperable siendo este el caso, los despachan sin demasiado esfuerzo.
El aspecto en este caso se revela como un robot gigante que pelea contra Superman, tal vez la elección un homenaje a varias historias de la Silver Age en la que pasa lo mismo. Al final el robot es superado sin demasiadas dificultades por Superman, el cual usa el arma de Darkseid para encerrarlo, y después neutraliza la bomba, todo sin despeinarse, aunque lo trastoca un poco la escena de Orion rodeado de Thanagarianos muertos, habiéndosele pasado un poco la mano.
Superman nunca mataría a tantos inocentes que estaban siendo controlados, nunca mataría a ningún inocente ya de por sí, su enorme poder se lo permite y puede controlar los eventos que le aparezcan sin tener que matar para desarmar una amenaza, pero que esperaba que Orion haga?.
Orion es Orion, es una fuerza del bien, otro héroe caminando su Monomito, pero en su esencia es el Perro de la Guerra, es la muerte y destrucción en nombre del bien y de lograr lo correcto y que el Bien con mayúscula gane. Superman se horroriza al ver los resultados de Orion cubriéndole la espalda, y tal vez con esto Starlin busca contrastar los horrores de la guerra con lo que una moral inquebrantable siente al no poder controlar todo y tener que dejarlo pasar por el bien mayor.
John Stewart y J’onn J’onzz se encuentran con que el aspecto de la Anti-Vida había liberado una plaga en Xanshi que estaba matando a todo el mundo, por lo que John Stewart se encarga de ayudarlos a encontrar un antídoto contra el mal, siendo bastante arrogante y desagradable al respecto todo el tiempo.
Después de ayudar a la gente a curarse, se ponen a buscar el aspecto, que controla el clima y les manda huracanes, tornados, tormentas y logra pegarle un rayo a J’onn, destruyendo el arma de Darkseid, pero John Stewart la replica al haberla examinado antes con el anillo.
Poco después decide dejar a J’onn atrás, encerrado/protegido en una burbuja verde, con el pretexto de que todo el tema lo sobrepasa, y que solamente lo molestaría mientras hace su trabajo de Green Lantern.
Acto seguido, da un monologo gritándole al aire sobre lo groso que es, como el aspecto cagó por enfrentarse a alguien con un Anillo de Poder, el arma más poderosa del Universo, que puede hacer cualquier cosa…. menos afectar nada Amarillo, cosa bien conocida por el aspecto, en este caso un gordito con barba, pelo largo y anteojos (Andy Helfer como un deus ex machina con bastante pintura amarilla a mano), que se ocupa de pintar la bomba destructora de planetas completamente de color amarillo, haciendo que Stewart no pueda hacer nada en los 6 segundos que le quedan.
La bomba explota, y Xanshi desaparece, destruido completamente por culpa de la arrogancia de John Stewart, que sobrevive junto con J’onn, el cual lógicamente está bastante caliente e indignado. Esta es una de las mejores secuencias de la miniserie, y si bien es bastante exagerada la arrogancia de Stewart (que definitivamente parece más Guy Gardner que cualquier otra caracterización de John Stewart que vi), está muy bien manejada, y termina lógicamente marcando al personaje con tan tremenda tragedia causada por su culpa en gran parte.
Lightray y Starfire se encuentran con que en Rann se desató una guerra civil muy sangrienta, y se juntan con Adam Strange para buscar el aspecto culpable de todo. Logran encontrar una bomba tan potente que causaría que Rann se salga de órbita y caiga hacia su Sol, y se ponen a buscar al aspecto, resultando en una secuencia muy al estilo Alien, con el aspecto bajándolos uno por uno sin revelarse directamente hasta el final, cuando al final Starfire logra vencerlo haciendo que explote junto con la bomba, aunque después no logran atraparlo en su estado original, habiendo sido destruida el arma de Darkseid.
Batman y Forager, como era esperable, tienen un approach diferente al estar buscando el aspecto en terreno conocido, justamente desde Gotham. Alfred demuestra sus dotes de sastre de emergencia, haciéndole entre un par de paneles un traje nuevo a Forager, que respeta el diseño original pero usando negro donde había blanco, para trabajar mejor con Batman, y juntos se mandan a Arizona, donde está escondido el aspecto.
Después de pelear bastante, hasta después de que ya la Anti-Vida fue derrotada, finalmente logran frenar al aspecto, aunque Forager se sacrifica para lograrlo.
Mientras, Darkseid intenta usar a Etrigan para controlar a la Anti-Vida, cosa que no le sale muy bien. Aparece Dr. Fate porque Batman lo había llamado ni bien se enteró de todo el tema para que lo vigile a Darkseid (no había que ser tremendo detective para desconfiar), y arma un conjuro junto con Darkseid, Etrigan, Highfather y Orion, y terminan destruyendo la amenaza de la Anti-Vida.
La miniserie y todo el conflicto con la Anti-Vida se resuelve de manera bastante fácil al final, pero no era eso lo importante, las mejores escenas están en toda la previa, en las interacciones entre los héroes y en los enfrentamientos de cada par con los aspectos.
Jim Starlin, que va a estar siempre asociado a muchas de las mejores historias cósmicas de Marvel, recibe acá la posibilidad de contar una historia cósmica de DC y elige varios de los mismos elementos que yo elegiría, como Darkseid y los New Gods o Rann y Adam Strange.
No es un comic inolvidable, pero tiene una historia simple que está bien desarrollada, con muy buen arte de un Mignola joven, pero que ya se ve porque después se convierte en un artista tan importante.
Ahora bien, volviendo a lo que dije al principio de la reseña, Cosmic Odyssey tiene una historia simple en los papeles, pero ya desde la primera vez que la leí me quedó resonando sin entender muy bien porque. No es una historia que me haya encantado, aunque tiene secuencias que me parecieron muy buenas y el arte de Mignola me encanta, además de que es uno de los casos en los que noto que el colorista y el letrista hicieron un trabajo impresionante (normalmente no me fijo jamás en lo que hace un letrista excepto que sea porque me parece muy malo).
No creo que Starlin haya llegado a lograr todo lo que tal vez se propuso, pero pone mucho mas en el papel que lo que manifiestamente pasa. Leí por ahí alguien que lo lee como un manifiesto en contra de las grandes compañias DC y Marvel y como ya son casi intercambiables más allá de los personajes, y a favor del trabajo propiedad del creador. Batman en esta historia tranquilamente podría ser Daredevil, Darkseid actúa más como Thanos que nunca y así. No me convence del todo este punto de vista, pero puede que haya habido algo de eso en la cabeza de Starlin en ese momento, y es cierto al menos que en muchos casos las caracterizaciones parecen estar un poco fuera de sintonía o ser diferentes (siendo John Stewart el caso más obvio).
Cosmic Odyssey hace mucho con poco, cuenta una historia de menor escala y más intima de a ratos, y en la mayor escala posible y con la amenaza de la destrucción de la galaxia, universo, etc, del otro lado. Agarra a varios de los superhéroes más grandes de DC, los cuales pueden cambiar y cambiar pero no van a cambiar nunca y los pone en situaciones distintas y crea algo nuevo y que hasta el día de hoy se siente un poco diferente de «más de lo mismo».
Stan Lee es el que dijo alguna vez algo así como que los fans de los comics de superhéroes piden y piden cambios pero en realidad no quieren ningún cambio, sino la ilusión del cambio, y me parece que fue un momento muy profundamente reflexivo del padre de Marvel. Por qué leer comics de superhéroes si al final siempre va a ser lo mismo?
Todos los que leemos comics de superheroes desde hace muchos años ya sabemos muy bien que los comics que prometen «AL FINAL NADA SERA LO MISMO» van a volver a ser lo mismo mas tarde o mas temprano. Si Superman se muere y es reemplazado por un nuevo kriptoniano perdido que es negro y gay más tarde o más temprano DC va a volver a la vida al Superman de siempre y tal vez mantenga al nuevo porque algo vendió y les da más crédito con los progres y la comunidad LGBT. Todos sabemos esto, y es de hecho uno de los motivos por los cuales varios eventualmente dejan de leer comics de superheroes en su mayor parte, o del todo.
Por que entonces importa algo de esto? Por que importa una historia más de superhéroes si los personajes van a seguir siendo los mismos? Porque por más que DC reinicie su línea y personajes 20 veces y Bruce Wayne siga teniendo 29 años eternamente y ya nunca recuerde que alguna vez se conmovió por la muerte de su aliado Forager, cada viaje sigue importando si uno lo disfruta y se entretiene en el camino, o algo le resulta significativo, o lo lleva a reflexionar, etc.
Porque Jim Starlin tuvo un poco más de libertad e intentó algo distinto y porque los personajes tienen bastante caracterización pero están medio raros y resulta interesante. Porque el arte de Mike Mignola de a ratos es orgásmico y la paleta de colores de Steve Oliff vibra afuera de la página y se conecta con tus emociones.
Cosmic Odyssey vale la pena por todo esto, afuera de cualquier continuidad previa o posterior.
Cosmic Odyssey todavía es conseguible a través de Amazon, aunque quedan pocas copias, no se cuanto tiempo más seguirá.
Para terminar en una nota ligera, en el epílogo John Stewart considera suicidarse, pero termina convenciéndose de no hacerlo por un J’onn J’onzz que lo alienta a que lo haga con el objetivo de hacerlo enojar y que no lo haga, para que busque redimirse como Green Lantern. Lo logra, y pone para el final una cara de marciano feliz que es memorable.
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