Se acuerdan de Astika? Cuantos otros comiqueros habrán decidido darle una oportunidad a este comic nacional publicado por Comics ConoSur allá por el 2003 (CCS estaba publicando Marvel en ese momento), para arrepentirse casi instantáneamente de haberlo hecho al leerlo, por lo realmente malo que es. Yo seguro que si, aunque hoy en día no me arrepiento de haberlo comprado, me costó sólo un par de pesos y ahora lo tengo y lo puedo escanear para éste post.
Es fácil criticar desde una página web, pero el tema es que por más que se le ponga onda, Astika es bastante malo.
En mi caso la compré porque en teoría que se publique algo nacional y que venda siempre me parece algo positivo, tal vez hubiera impulsado más proyectos y más cosas nacionales publicadas por CCS, y en una primera hojeada no parecía nada especial pero podía zafar. Pero esto sólo se veía bien en la teoría, porque resultó ser una historia y producción bastante mediocre, y que además tampoco vendió bien.
Astika y Genome, a pesar de ser publicados por CCS, fueron publicados con el sello de Deux Graphica Studio, el estudio de Pablo Muñoz. La idea, por lo dicho en la introducción a Astika, fue crear ambos títulos con la idea de venderlos al mercado norteamericano a través de la distribuidora Diamond, aunque no se en que habrá quedado eso.
Ambos títulos comparten una continuidad con libertad creativa, son títulos autónomos entre sí pero dentro de la misma línea temporal, Genome transcurre en la actualidad mientras que Astika lo hace cien años en el futuro. Todo esto de continuidad con libertad creativa, etc, también es salido de la introducción, yo a Genome no lo compré (si es que se publicó acá) y ni lo vi, así que de eso no puedo opinar.
De lo que si puedo opinar es de Astika. Hay ciertos casos en los que me da un poco de cosa criticar demasiado a un comic, se me vienen a la mente atenuantes como que escribir una buena historia es difícil y dibujar también y me pongo a pensar en cuan bueno sería algo hecho por mi (con respecto a historias, en cuanto a dibujos salgo perdiendo casi siempre), y eso hace que mire las cosas con otra perspectiva, pero lo malo sigue siendo malo.
Astika no tiene un mundo llamativo, interesante, o una historia que compenetre. No tiene personajes interesantes, no tiene diálogos creíbles, ni escenas que sobresalgan. Lo que me da un poco de cosa es que justo sea un producto nacional, pero en mi página ya le dediqué y le voy a dedicar espacio a historietas nacionales de calidad como Nippur o Dago, así que no me siento culpable tampoco.
Como dije antes Pablo Muñoz es quién ideo el mundo y los personajes, pero el guión está a cargo de Mauro Mantella, un escritor argentino que por lo que puedo ver en internet tiene un par de novelas gráficas publicadas, como Bizancio (con un protagonista que es una suerte de Constantine) y Fantaciencia. Leí varios comentarios buenos de esas obras así que me mantengo en duda, si tuviese que juzgarlo solamente por Astika mi opinión no sería muy buena. Es verdad que todo el concepto y personajes no fueron creados por él, pero hay varios diálogos de cartón que corren por su cuenta.
El arte esta a cargo de Walther Taborda, que se entinta a sí mismo, excepto por un par de páginas con tintas de Martin Torralba. Taborda venía de dibujar mucho para los últimos tiempos de Columba, para Italia, y para USA – un número del Thor de Jurgens y una historia en un número de X-Men Unlimited hacía poco, por lo que se puede decir que en ese momento estaba en alza si uno le da principal importancia a lo comercial. Mi opinión sobre el arte de Taborda la amplío más adelante, en pocas palabras es un gran artista pero acá no entrega un trabajo destacado.
Omar Francia se encargó del color, mientras que las letras son de Deux Graphica Studio.
Volviendo a la historia en si, en el año 2100 (redondito) la India es la principal potencia mundial, el centro de poder oriental, en un mundo en donde el occidente parece estar destruido.
El actual Imperio indio está dividido en dos facciones, los Astikos y los Nastikos. Hasta acá el concepto es relativamente zafable, me puedo imaginar algunas historias decentes saliendo de esa premisa.
Astika y Nastika son términos del hinduismo usados para clasificar diferentes escuelas filosóficas, de acuerdo a si aceptan la autoridad de los Vedas como escrituras reveladas supremas, o no. Los primeros son los que las aceptan, mientras que los segundos, las que no.
En el comic esto se respeta en cierta manera, pero los Nastikos son los malos, los villanos que no pueden faltar, tienen más armas y apariencia amenazante, además de parecer relativamente más oscuros y hacer cosas en su ciudad como un hechizo para hacer desaparecer las cuerdas vocales de todas las personas y los niños que nazcan, porque predican que la salvación se halla en el silencio.
Obviamente todos los miembros del gobierno pueden hablar tranquilamente, y dedican el tiempo a desarrollar una suerte de super soldado espiritual que sobrepase a los astikos, que tienen una suerte de arte marcial espiritual que alcanzan al llegar a ser sidas, una onda el Gun-Kata de Equilibrium (buena película pochoclera con Christian Bale en un futuro disutópico). La película salió un año antes que fuera publicado el comic, pero es probable que Muñoz haya venido desarrollando los conceptos desde antes, aunque puede que no. Como sea, el resultado sigue siendo malo y si robo alguna que otra idea de Equilibrium, no le sirvió de mucho.
Básicamente el comic es una serie de secuencia de peleas separadas por un poco de diálogo. Los Astikos y Nastikos se pelean constantemente, pero no están en guerra, al menos no tradicionalmente, sino que pelean más al estilo Capuletos versus Montesco en la película de Leonardo Di Caprio, de a grupos.
El protagonista es un tal Rig Godavari, que parece ser ya un iluminado del arte espiritual de la pelea o lo que sea, o según palabras de Mantella/Muñoz, la Telergia o Hiper-Reflejos.
Rig protagoniza varias escenas de acción en donde hace varias proezas y cosas estilo Matrix, todas bastante olvidables. Rig es también el entrenador de los futuros siddhas, a los cuales les aclara que alcanzar el siddhi de los hiper-reflejos significa la esterilidad, por algún motivo, lo cual es un detalle random bastante sin sentido. Porque alcanzar una suerte de iluminación que permite pelear y disparar con habilidad sobrehumana va a dejarlos estéril?. No hay un intento de explicación tampoco y no creo que lo haya habido (ni me interesa demasiado).
Se instala el plot de Aranga, el guerrero espiritual evolucionado de los Nastikos, el cual seguramente se iba a enfrentar a Sig en algún número siguiente, cosa que no se si llego a pasar, aunque, de nuevo, tampoco me hubiera interesado demasiado verlo.
Rig y compañía salvan a un par de personas, incluyendo un pibe o androide verde clarito con un brazo de cañón, y el número termina con el cliffhanger de Rig contándole que era el evento occidente, en donde se había prendido fuego y destruido la mitad de la Tierra.
Astika #01 se lee bastante rápido, por un lado porque no tiene mucho contenido ni texto, y también porque uno quiere llegar al final para no leer más.
La premisa influenciada por el misticismo oriental podría haber dado para una historia interesante tal vez, aprovechándose del deseo subconsciente de algunos occidentales para quiénes esos símbolos son más ricos que los cristianos por lo desconocidos, pero no. En Astika no es mucho más que un marco para poner nombres y no tener que inventar cosas, se ve fácilmente intercambiable.
El arte de Taborda, para el que le guste el estilo cercano al manga que usa acá, bastante fluido y dinámico (a mi no me gusta particularmente), es decente en varios momentos, aunque tiene varios también que no me convencen. Se queda corto en varias de las escenas de acción, mostrando limitaciones o que hizo el comic con bastantes pocas ganas, ya que su trabajo en Thor y X-Men, que lo precede un par de años, tiene mucha mejor pinta.
De a momentos es demasiado desprolijo y muy poco limpio, ciertos pasajes parecen haber sido muy apurados, además de que hay un par de secuencias que no funcionan desde la narrativa, los dibujos están diseñados y ejecutados de manera confusa, como cuando un tipo sale volando hacia el techo de una patada y el dibujo parece más como si hubiera habido un magneto en el techo que atraía al tipo hacia arriba.
Por otro lado, la falta de fondos en la mayoría de los dibujos es otro detalle que le juega en contra. Los fondos son más importantes de lo que parecen y aportan mucho, pero Taborda los ignora la mayor parte del tiempo. Los mejores momentos en su dibujo casi siempre coinciden con los momentos en los que si se molesta en dibujar los fondos.
Los efectos de sonido que tiene, algo en lo que normalmente no me fijo demasiado, son notoriamente malos. Probablemente no sean obra de Taborda sino de quién haya sido el letrista, pero parecen hechos con Word y en diez minutos. No hay nada de diseño en ellos, y son muy poco inventivos, un par directamente no tienen sentido, y el peor definitivamente es el de cuando un auto choca contra las motos de los Astikos, que saltan y le disparan al auto y a la gente en ese momento, todo con un efecto de sonido de “OOOUTBBURRSST”.
Pueden haber algunas palabras en inglés que suenen como efectos de sonido, y supongo que lo mismo se puede decir de algunas palabras de cualquier idioma, y outburst tal vez podría aplicarse como efecto de sonido en alguna situación, pero definitivamente no en esa.
Astika tiene pocas cosas que lo redimen y son más que nada desde el aspecto técnico, porque la publicación es de buena calidad, con lindo papel, pero en básicamente todo el resto se queda muy corto. NO lean Astika si pueden evitarlo, hay que apoyar al comic nacional, de eso no hay duda, pero eso hay que hacerlo desde las obras que valen la pena, no cosas como esta.
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