«Directo de la Caja Random» es un título, tan bueno como cualquier otro, que vendría a designar una serie de reviews dedicadas a números sueltos de mi caja de comics de varios, que tiene un poco de todo (click acá para el archivo). En este caso lo que agarré fue el nro 42 de la serie regular de Lobo, «Last Tango in Buenos Aires», con fecha de tapa de Agosto de 1997.
Escrito por Alan Grant, con dibujos de Ariel Olivetti (nacido en Bs. As.), y tintas del uruguayo radicado en Argentina Pier Britos, el número no tiene ninguna escena de sexo que involucre una barra de manteca, pero sí tiene en este caso varias postales de la ciudad, y Lobo se baila un tango.
El número no se las rebusca demasiado con el plot, como buena parte de los números de la serie de Lobo de Grant, pero igualmente alguien que busca una lectura más cerebral no agarra un comic de uno de los personajes más representativos del grim n gritty de los 90s. Lobo se había quedado flasheado con una argentina que lo había dejado y se había vuelto a Buenos Aires, y se manda a buscar a Perfidia (nombre común en Argentina (?)). La encuentra, bailan un tango mientras explotan un par de cosas, tapan un gol de Boca en un superclásico con River en el Monumental y después Lobo frena/mata a la Gaucho Gang y al novio porteño-alien cucaracha de Perfidia.
La Gaucho Gang está un poco demasiado cerca a Speedy Gonzalez, pero bueno, es una caricatura exagerada a propósito también, por lo que no me distrae demasiado.
Es claro que este es un comic de humor y la violencia y todo lo demás está al servicio de eso, y en este número funciona. No es nada impresionante, pero es un número entretenido, con un par de momentos divertidos y con el plus de escenas como Lobo destruyendo un 60 en la 9 de Julio o frenando un gol de Boca con la espalda.
Alan Grant vino a la Argentina varias veces (al menos a Buenos Aires a un par de Fantabaires y seguramente a un par de cosas que nunca me enteré) y se ve que le gustó y le caímos simpáticos y le dieron ganas de dedicarnos un número para agradecer tantos asados. Eso o bien se inspiró cuando laburó con Olivetti en el 37 de Lobo.
Ariel Olivetti acá todavía está un poco verde y puliendo su estilo, no tan lejos de sus comienzos en Cazador, comparado con el gran artista que es hoy. Se manda un lindo laburo igual y se nota que disfrutó poder meter todas las referencias y detalles argentos que se le ocurrieron y que el script permitió, además de seguramente sugerirle alguna escena a Grant. Lobo en sí no está muy lejos de Cazador ya de por sí, y a Olivetti se le da bien este tipo de acción exagerada y llevada a la comedia.
Seguramente alguno de los detalles como el sticker que dice «No corras, papá» en la moto de Lobo, el Vino «Garompa», la bebida «Soy Cuyano», la publicidad «Tome Pin y Haga Pum!»también fueron agregados por Britos y son boludeces que suman.
Rating: