Doom Patrol vol.2 – Paul Kupperberg [1987-1988]

Es fácil pegarle a la Doom Patrol de Paul Kupperberg, mejor aclararlo desde el vamos. Por que? porque realmente son comics que llegan a ser basssssstante malos. Tienen algún que otro momento zafable, no empiezan tan mal, pero muy rápido empiezan una caída en picada que no para hasta que se termina la etapa.

No estoy descubriendo nada nuevo, está claro. No escribo sobre un comic respetado, recordado, de culto, esa vendría a ser la Doom Patrol de Morrison, o bien la original.

Por que escribir entonces sobre un comic que ya tiene más de 33 años al momento de escribir esto, y que además es casi universalmente reconocido como malo?

En parte puede ser porque no siempre lo vi así. De niño, teniendo encima solamente las publicaciones de Editorial Perfil en Argentina y algunas historietas nacionales clásicas, estaba bastante ávido de expandir mi horizonte. Estando de vacaciones en Villa Gesell, descubrí una librería que tenía, en oferta (algo más que importante para mi economía de niño que dependía de la manipulación de padres), una muy buena colección de remanentes de comics publicados por Editorial Zinco. Bajo la premisa de que quería comprar y leer cualquier cosa, así terminé con títulos tan variados como Wonder Woman, Swamp Thing, Question, Suicide Squad, etc, etc. Claramente volví a atacar la librería más de un verano, mis viejos no eran TAN generosos tampoco.

La Doom Patrol de Kupperberg estuvo entre las primeras cosas que compré, y si bien no la recuerdo como favorita, me había gustado. Los personajes me intrigaron, eran distintos a lo que conocía, y el arte de Steve Lightle me impresionó bastante.

Recordando esto, puedo interpretar que Kupperberg si le pudo imprimir al menos algo de lo que caracterizó siempre a la DP, personajes torturados por sus poderes y rechazados en su mayor parte por la sociedad, o al menos un poco distintos. Tempest me cayó bien, lo mismo Robotman y Lodestone. También me llamaron la atención algunos villanos como Shrapnel o el Animal-Vegetable-Mineral-Man.

Bueno, bastante distinta es la experiencia al leerla hoy, y ya sólo lo sería por haber leído más de una vez la gran y superlativa etapa de Grant Morrison que le sigue en el título. La DP de Kupperberg no es mala en el sentido de esa película mala que uno igual disfruta en algún nivel, o se ríe al menos. Sino que es mala en el sentido de que en varios momentos sentís como te envuelve el embole y cuesta seguir leyendo cada palabra y no saltear.

Hay atenuantes igual, como ya dije no empieza mal, pero ya para el nro 4 o 5 empieza a decaer y sigue así hasta el final, más allá de algún que otro momento fugaz.

La serie empieza con Robotman, una elección lógica siendo en ese momento el único superviviente del grupo original, y es el mejor caracterizado al principio por Kupperberg.

Pero los problemas empiezan rápido con el resto del equipo, ya sea porque tienen una personalidad repelente desde el momento que aparecen (Arani – Celsius, Karma) o bien porque no se entiende mucho que hacen en la DP siendo que parecen más superhéroes normales y clásicos (Tempest, Lodestone).

Estos detalles llaman la atención, porque no es que Kupperberg cayó de rebote o por encargo en la serie. Era un gran fan de la serie original y fue el primero en revivirla en la nueva Doom Patrol que apareció en DC Showcase allá por el 77′. No pudo tener su propia serie regular por culpa de la DC Implosion, pero era la idea.

No desistió conforme pasaban los años y además de meter a la DP como invitados en casi cualquier serie de DC que le tocaba escribir, insistió con una propuesta para una nueva serie regular. Post-Crisis terminó siendo aceptada y así es como se llegó a esta nueva encarnación, con su primer número publicándose con fecha de tapa Octubre de 1987.

El grupo originalmente está conformado por el mismo lineup de la nueva DP de los 70s: Robotman, Celsius, Tempest y Negative Woman, pero muy rápido se empiezan a unir más personajes. Primero se suma un Negative Man que aparentemente no había muerto cuando la DP original se sacrifica, sino quedado en coma y sin poderes, y después en rápida sucesión se incorporan Lodestone, Karma y Scott Fischer.

De chico no lo noté, no tenía marco de referencia, pero extrañamente por su pasado como gran fan de la DP original, Kupperberg parece no entender del todo bien lo que caracterizaba a la Doom Patrol. Si, eran héroes traumados, rechazados y hasta perseguidos por la sociedad, pero eran héroes, actuaban como tales y querían hacer lo mejor. Fácilmente se podía leer el subtexto de la crítica al tratamiento de la sociedad frente a los discapacitados o quienes no podían ocultar terribles heridas en su cuerpo y generaban distintos niveles de rechazo.

Esta nueva DP tiene garcas como Karma, que más que un antihéroe era un criminal menor que se une a la DP para escaparse de la policía. Obvio que tiene todo el sentido en este caso unirse a un supergrupo público, el único basado en Kansas City, teniendo un look extra-distintivo que no cambia en lo más mínimo y de paso cobrar el sueldo que ofrece Arani. 

Celsius es el siguiente caso que no entiendo mucho, es la nueva líder de la DP, pero genera rechazo desde el principio y cada vez más. En vez de bajarle un poco el tono y humanizar al personaje, su obsesión con que la DP solamente debe dedicarse a la búsqueda de Niles Caulder y no hacer absolutamente nada más llega a tintes delirantes.

Con un grupo de supervillanos rompiendo todo y atacando a un par de cuadras, con la policía pidiéndoles ayuda, su respuesta es: ¨No podemos ayudar, no tenemos tiempo¨… alguno del grupo le reclama y ¨Buscar a Niles Caulder es lo más importante, no podemos perder el tiempo¨…. Este… no están haciendo nada, ¨las computadoras¨ lo están buscando. No es una escena aislada, de hecho debe ser mas o menos lo único que dice la mitad de las veces que habla, mas o menos una vez por número al menos.

Está siempre de mal humor, siempre bardeando al resto, siempre hablandoles mal. Es bastante imbancable, y ni que hablar de lo que pasa cuando finalmente encuentran a Niles, y de su final sin sentido (aunque como termina no es enteramente la culpa de Kupperberg).

Después están los superhéroes que no tienen ningún trauma, como Rhea – Lodestone, que creció en un circo, tiene poderes magnéticos copados y físicamente se ve bastante bien (su inclusión no parece tener ningún misterio, está claro que es la principal encargada de tentar y ser sugestiva).

Tempest también entra bastante en esta categoría, se ve perfectamente normal, tiene poderes copados y su gran trauma es haber desertado de la guerra de Vietnam después de que se le manifestan los poderes en el medio de una incursión.

Esta bien, no es algo lindo, pero siendo que la serie arranca mínimo tipo 25 años después, tuvo tiempo para procesar el tema y vivir una vida normal. De hecho, es lo que estaba haciendo con una identidad falsa, y Arani lo hace unirse al grupo bastante por la fuerza.

Scott Fischer es un caso más análogo al de Elasti-Girl en la DP original, de apariencia se ve bastante normal, siendo un pibe rubio de ojos celestes. El hecho de que tenga que usar guantes para no quemar todo lo que toca casi que no cuenta mucho, su lado de outsider viene por el lado de su personalidad inmadura, extra tímida, etc.

Si me parece un acierto de Kupperberg el revivir a Negative Man y sumarlo a la serie en vez de simplemente reemplazarlo por Negative Woman, como hizo en su reboot del 77′. Puede que en ese momento la mayoría de los superhéroes que morían todavía se quedaban muertos, pero siendo que hace más de una década que esto es bastante distinto, no me resulta demasiado criticable.

Si lo es en cambio el subplot en donde N-Man sigue el cliché del «héroe que actúa como villano pero al final todo se resuelve y vuelve a sus maneras heroicas». Es larguísimo, predecible y aburrido, y en ninguna manera mejorado por la inclusión de Reactron, personaje que se quedó en el 77.

No lo tengo que buscar para pensar que fue creado por Kupperberg para ese reboot, primero por la historia compartida con Tempest, pero más que nada por tener poderes que contestan demasiado específicamente la respuesta de «Que villano puedo crear con poderes que específicamente jodan a Negative Woman?». 

Violeta y amarillo, con detalles rojos? Por supuesto

Buscar en internet me confirma esto, pero me aporta el dato extra de que después de pelear vs la DP en el 77′, Kup usó el personaje como villano de Supergirl y algo pegó. Post Crisis lo reviven para pelear contra Power Girl, más adelante de nuevo vs Supergirl y hasta le dan un nuevo corazón de Kriptonita dorada y aparece en la serie de tv de Supergirl. Al menos le van cambiando un poco el traje.

Pero me estoy adelantando. Volviendo al principio de la serie, cuando todavía Kupperberg tenía crédito, el primer villano que se enfrenta a la nueva y flamante Doom Patrol es Kalki, el papá de Arani que había terminado hacía años, por accidente, con un portal hacia otra dimensión llena de demonios que le ocupaba la mayor parte del torso y pecho.

No es una gran historia, pero cumple con presentar a los personajes, entregar algo de tensión e intento de costado trágico por la relación familiar y el final en donde los demonios terminan morfándose al propio Kalki. 

En el #4 arranca un plot sin mucho sentido, que va a durar más de un número, con Robotman buscando a la Doom Patrol después de perderlos al final de todo lo de Kalki. Va a su viejo HQ, no están, hay unos flacos renovando que le dicen que Arani lo vendió. Da vueltas, sigue buscando.

En el medio Arani ya está en el nuevo HQ recibiendo a Karma, el punkie boludo y a Rhea – Lodestone, a quien pone a entrenar ni bien llega. Pero se ve que no es que no quería que Robotman los encuentre, cuando Cliff  finalmente lo hace se vuelve a instalar con el grupo y sigue todo como si nada. Se ve que colgó nomás, o bien Kup quería llenar algunas páginas con un poco de nada.

Entre el 5 y el 6, mientras la DP pelea contra unos nuevos villanos descartables/olvidables como Hellbender, Goldstar (no la hermana de Booster Gold) o Thunder, se da la transición en la que Steve Lightle abandona el título y lo agarra Erik Larsen como artista regular. Este hecho iba a remarcarse solamente por la gran diferencia entre ambos estilos, pero más lo hace todavía porque en el medio de la pelea con los mismos 3 villanos, de un número a otro les cambia más de un detalle de diseño y por ende cosas de sus trajes. 

O tal vez tenía un casco encima del otro

De chico me encantaba el arte de Steve Lightle, de hecho fue uno de los primeros dibujantes que me aprendí el nombre junto con Kevin Maguire, y recuerdo haber lamentado bastante que durara tan poco en el título. Viéndolo hoy con otros ojos me sigue gustando su estilo, lo veo más estático de a ratos y no tan fluído en la narrativa, pero es un gran dibujante que presta mucha atención al detalle. Hubiera sido interesante ver que hubiera hecho de haber sido el acompañante de Morrison en parte de su DP.

Enter Erik Larsen. Leyendo los correos de la época, queda claro que se generó una controversia menor y fueron varios y por muchos meses los que se quejaron del cambio. Inclusive parece haber afectado negativamente en ventas, perdiendo algunos cientos o pocos miles de lectores en los números siguientes, aunque la calidad decreciente claramente muestra que no fue sólo Larsen. De chico recuerdo haber estado en el grupo de los que no les gustó, pero terminó no importandome demasiado. Larsen va mejorando con los números y termina levantando mucho, teniendo varios buenos momentos. Me encanta su Shrapnel, por ejemplo.

Es cierto que normalmente su estilo no pegaría demasiado con un título como la DP sino más bien un comic superhéroico más colorido y orientado a la acción, pero siendo que ésta DP de Kupperberg era más algo así, no termina sintiéndose fuera de lugar.

Volviendo al grupo de nuevos villanos olvidables, se suman un par más como Holocaust, Sonar (otro, no el anterior de DC) y Blockhouse, y los héroes descubren que eran tan descartables porque un tal Dr. Goodman había empezado a hacer sus villanos en masa gracias a una tecnología que había desarrollado con / robado a Niles Caulder. Era anti superhéroe porque blablabla. Olvidable, es el punto.

En el nro 6 se une Scott Fischer y casi nadie se da cuenta, lo cual termina siendo bastante apropiado para el pasar del personaje en la serie y en DC en general. No es el peor personaje de esta DP, ese vendría a ser Karma o Arani-Celsius, pero el hecho de que nunca siquiera reciba un nombre de superhéroe ya es otra muestra.

Dado que la DP es un supergrupo normal como cualquier otro en el Universo DC, está claro que iba a tener sus crossovers, más de uno. El primero es con el Suicide Squad, lo cual podría haber sido algo tan interesante como suena el concepto, los dos supergrupos de DC más diferentes a la norma juntándose, complementándose y contrastándose.

Bueno, no, el especial es un embole. 

Plot por John Ostrander, guión por Kup. Originalmente concebido como un número fill-in, de esos que se guardan como comodines para cuando falla algo y no se va a llegar a tiempo con el número originalmente planificado. Lo cual explica más de una cosa.

Reagan, Hawk, Sandinistas, Contras, Amanda Waller. Al Suicide Squad el presi lo manda a rescatar a Hawk, mientras que a la DP la suman a traves de Val Vostok, por un politico celoso de que Waller se lleve toda la gloria (?), que le dice que hay un equipo de asesinos yendo a matar a Hawk. Otra gran razón para juntar personajes  y van. 

Suicide Squad: Col. Flag + Mr 104, Psi, Thinker, Weasel. No llevan el team A, claramente.

Los dos grupos se encuentran rapido y obviamente pelean, pelean y pelean un rato más, hasta que los frena un escuadron de Rocket Reds. Segundos después, están todos peleando vs los reds. Muere Thinker primero, Psi le sigue de forma medio boluda. Mr. 104 también, Weasel tb. 

Con lo fácil y rápido que se suceden las muertes queda claro el porqué de la alineación irreconocible del Suicide Squad, excepto por Flag que es un regular de la serie, todos eran descartables y habían sido elegidos para morir. Está bien que el concepto del Squad lo permite y justifica mejor que en cualquier otro caso, pero el problema es que las muertes tienen cero onda y casi que salen de la nada.

Una misión fallida de un Squad repleto de villanos clase C, con varios muriendo, es una semilla para historias interesantes e inclusive podría serlo para un crossover, pero este ejemplo no es muy logrado.

Lo mejor del especial es la aparición brevísima del superhéroe ruso Stalnoivolk (creado por Ostrander justamente), que rescata a Hawk de la cárcel sin tener muchas ganas de hacerlo, y lo tira volando hacia la selva mas o menos donde se lo iba a encontrar algún yanki de los 2 grupos.

Después de esto, en el #7, tal vez el primero de los números extra chotos, Kupperberg sigue con su modelo de enfrentar a la DP vs X villano/s por 2 números (3 máx). En el primer número se lo encuentran, en este caso Karma, Rhea y Scott Fischer cuando salen a pasear vs Shrapnel. En el 2do todos lo enfrentan y le ganan (aunque termina matando al tipo que quería y se escapa sin problemas).

En el siguiente ejemplo claro de ésta estructura de Kup, la DP va vs Garguax y su ejército de humanoides sintéticos amarillos, rosas y azules, pero acá se da otro signo del poco respeto hacia la historia de Kup y el manejo editorial, al interrumpirse todo ese tema por un crossover/invitado especial con Superman.

Puede que haya sido una idea de Kup para ponerle una pausa a la historia, pero parece más que era el momento en el que los editores de Superman lo prestaban y se podía meter el crossover, y los editores obligaron a meter al invitado para levantar la serie. Otra pista para este lado podría ser un Superman bien grande y ocupando casi toda la portada, bastante más que cualquiera de la DP.

Sea como sea, el resultado final termina siendo el peor número hasta ahora, probablemente uno de los peorcitos de la corta etapa.

Metallo aparece porque aparentemente partes suyas se las mandaron a Robotman blabla. Larry Trainor va a Belle Reve a ver a Reactron. Tempest se transa de la nada a Valentina. 

Me había olvidado de mencionar el incipiente triángulo amoroso entre Rhea-Tempest-N-Woman, el cual era mas o menos igual de olvidable que el resto de las cosas pero no había pasado tampoco mucho. Para este número se acelera todo a 220 de repente, para querer mostrar las apasionantes relaciones interpersonales que tenía la serie a los lectores ocasionales.

No puede faltar un poco de diálogo expositivo sin sentido entre dos personajes que ya saben lo que se cuentan, pero son considerados hacia potenciales lectores invisibles

Los detalles y cosas sin sentido son de todo tipo, temas espaciales como que Metallo estaba quedándose  al lado de la DP aparentemente, tipo a una casa de distancia ponele. Intenta llamar a sus partes que tiene puestas Robotman, como no llegan rápido y siente resistencia decide ir a buscarlas, y en 2 segundos esta ahí con un ejercito de robots que nunca usó en otros comics o anteriores apariciones. Mas dialogo expositivo de Valentina explicando que estaban hechos de los repuestos de Cliff…. porque aparentemente Metallo puede hacer 4 o 5 robots operacionales de partes sueltas en un par de minutos.

Pero lo peor, lo peor de todo, es que para el que compro el comic porque leía Superman y es un crossover oficial con Superman que sigue y termina en el nro 20 de su serie, Sup aparece la emocionante cantidad de 2 páginas. Esta por ir de picnic con Lana, escucha la noticia, se viste y manda para allá. Llega, Metallo no está y la DP estan todos desmayados. FIN.

Jaja, que numero mas choto.

De donde es que están cayendo?

Volvemos a Garguax y al sub plot de Larry Trainor, Reactron y Valentina. Pasan cosas, eso está claro, aunque todo está narrado en forma tan acartonada que cuesta meterse mucho. Casi en la primera hoja del #12 aparece Niles Caulder, vivo y trabajando para el gobierno yanki aparentemente, analizando la respuesta a Garguax. La DP todavía no lo sabe, pero de esta manera se confirma que la única de la DP original en efectivamente morir es Elasti-Girl, lo cual no es muy copado.

Sigue el #13, que le pelea al #10 el podio de peor número: melodrama barato en el triangulo amoroso Lodestone-NWoman-Tempest, N-Man versus N-Woman y artista invitada Power Girl vs Pythia. 

Los diálogos son tan malos y acartonados que dan verguenza ajena, los del triángulo amoroso son humillantes para cada participante y los supuestamente enfervorizados y emocionantes de la pelea entre los Negative, son patéticos. 

El crossover con Power Girl arranca con Rhea-Lodestone yéndose de la nada a tomar sol a la terraza, dándole a Larsen la excusa para dibujarle el culo entangado un par de veces y permitiendo que sea testigo privilegiada del cliffhanger en donde una Power Girl malherida atraviesa el techo de la DP y cae en el medio de la sala. Porque la mejor forma de generar un crossover entre personajes es que te tiren una superheroína herida en el medio de tu mansión.

Lo más relevante de esta siguiente saguita de 2nros se da en el #14, con la aparición de Dorothy Spinner, la nena con cara de mono y una imaginación sobreactiva que Morrison va a usar tan bien en su etapa. No recordaba que había sido creada por Kupperberg, que la usa para salvar el día con el recurso estilo «la pureza e inocencia de los niños nos salvará».

A esto le sigue el Anual 1 de Diciembre de 1988, con dibujos de James Fry y tintas de Al Vey. Kupperberg no se la complica mucho y manda uno de sus plots de 2 números condensado en 1, aprovechando el espacio extra.

El villano visible es un tal Maddax que ataca a la DP, parece un diseño rechazado de los New Gods de Kirby pero en realidad es un villano descartable creado por Luthor como parte de un plot de convertir a la DP en sus esclavos/empleados.

Desde hace ya varios números que se venía dando un subplot «ominoso» en donde alguien le pagaba a gente para manifestarse en contra de la DP, protestar enfrente de su HQ, etc. Resulta ser que todo había sido Luthor, que buscaba desgastar a la DP cosa de que después aparezca, les ofrezca un sueldo y que laburen para él.

Es bastante delirante ya que el gran plan del maquiavélico Luthor sea hacer que la DP llegue la conclusión: «La gente no nos quiere, vayamos con Luthor que tiene un departamento de Marketing y nos paga mejor». Pero en si nada tiene mucho sentido. El Luthor del momento venía intentando crear superhumanos a su servicio, pero de ahí a saltar con que mejor quería poner a laburar a la DP para él, es más que bastante forzado.

Lo peor termina siendo que después de tanto tiempo de esfuerzo e interés, hace este único intento, no le sale y abandona todo el tema, mostrando como le chupa un huevo más que a nosotros. O sea, hubiera estado bueno mostrar que en realidad Luthor se da cuenta del poco sentido que tiene la cosa y decidido mejor hacer otra, la que sea, pero no, en realidad lo abandona porque ya era tiempo de terminar el número y el plot descartable llegaba hasta ahí.

En el #15 Arani finalmente encuentra a Niles laburando para el gobierno en Washington D.C., o más bien sus computadoras buscando solas lo hacen, porque el plot juzgó que era el momento para eso. No hay encuentro hasta el final porque los interrumpe en la visita el General Immortus con sus viejos suicidas y el Animal-Vegetable-Mineral-Man.

Es una lástima que se desaproveche uno de los mejores y más originales villanos de la DP original, aunque Larsen tiene algunos buenos momentos dibujando al A-V-M. 

Al menos Kupperberg trae villanos clásicos para el regreso de Niles, logrando apenas recapturar un poco del espíritu de la DP y que se sienta un número de la serie… pero tampoco tanto.

Una vez más se cumple la regla de 2 números por villano y en el siguiente se resuelve todo, aparece Checkmate para ayudar pero a nadie le importa mucho, le ganan a Immortus, Niles se reencuentra con todos, bleh.

Larsen va abandonando el barco, dejando a Graham Nolan para los últimos 3 números. No queda del todo claro exactamente en que momento a nivel de lo publicado Kupperberg se entera de que ya no le quedaba mucho tiempo más y empieza a cerrar todo, pero está claro que ya para esta saga lo sabía. 

O al menos es lo que uno imaginaría si quiere ser más bueno con Kupperberg, que lidió con condiciones bastante poco ideales para cerrar una historia. A la vez también le puso toda la onda y accedió a hacer en su espacio toda la limpieza que quisiera DC Editorial y el nuevo escritor para no tener que usar espacio en sus nuevas historias.

El regreso de la leucemia de Scott Fischer seguramente viene por este lado, pero el ejemplo más flagrante termina siendo todo lo relativo a Arani – Celsius.

No es culpa del cierre que haya sido un personaje tan imbancable y solamente obsesionado con encontrar a Niles, pero que al final lo encuentre una computadora por si sola, «corriendo programas diseñados por Niles», prueba el poco sentido que tenía que una y otra vez se negara a ayudar gente, otros héroes, la ciudad, etc, porque «solamente se podían enfocar en buscar a Niles». 

Pero más allá de esto, el principal problema es lo que pasa una vez que finalmente se reúnen todos con Niles. Éste dice no haberse casado nunca con Arani, ni haberle dado un beso, solamente conocerla al pasar como hija de un colega, y todo el tema… queda ahí.

Nadie habla de eso, no hay una charla entre Arani y Niles aclarando las cosas, o del resto de la DP hablándole para que les explique. Nadie dice nada, Arani sigue con ellos deprimida pero yendo a pelear con el grupo. En el medio se da la Invasión! porque todavía se podía cerrar un poco peor una serie, en el medio de un mega crossover editorial liderado por otros escritores con sus demandas para la historia.

Aparece Aquaman, Aqualad, los Sea Devils, Garguax de nuevo que le ofrece sus servicios a la DP después del rechazo de la coalición alien y pelean todos versus los G’il Dish’pan, los aliens acuáticos.

Volvemos entonces a la resolución de Arani, quien muere… o más bien se suicida ni siquiera intentando salvarle la vida a alguien (porque todos ya se habían alejado de la obvia explosión y estaban a salvo) sino por probarse a sí misma que podía hacer algo (que no le sale), porque estaba traumada porque su matrimonio con Niles era mentira y quería encontrarlo para que pase algo (que?), pero no había salido como había planeado.

Ni idea tendremos nunca de que había planeado o de que pensaba que iba a pasar cuando lo encuentre, de que manera especial lo tenía que encontrar para que se explique que haya mentido por años sobre que estaba casada con él y reclamado todas sus propiedades aprovechando su «muerte». Menos sentido como se muere, intentando una versión pobre del sacrificio del héroe que esfuerza sus poderes al límite, pero que los mismos otros personajes remarcan una y otra vez que es un acto inútil, todos estaban a salvo y dejar que una nave explote no era nada tan grave.

Apenas hay tiempo para un número más en donde pelean contra las sirenas sado masoquistas de Garguax, que esperablemente cumple su palabra y los ataca ni bien termina la Invasión. Niles no se complica mucho con todo el tema y desintegra la nave del gordo con un rayo de un satélite experimental de defensa.

Arani tiene un funeral breve al final, bastante poco sentido y apropiado para su final tan choto y en ese momento pega la bomba de metagen, cliffhanger final. Nuevamente obligado por otra historia y escritores, en este caso por ser el momento en el que pasa eso en Invasion!.

La Doom Patrol de Paul Kupperberg termina entonces merecidamente como el culo, dado que toda esta interferencia editorial y condiciones malas para terminar la historia no pueden ser culpadas de lo malo que venía siendo todo casi desde el principio.

Scott Fischer muere en un panel de Invasión! al pasar, acostado en una camilla y víctima de la bomba de metagen, mientras que Lodestone queda en coma, como la quería Morrison, y nadie más se acordó luego de nada más relacionado a la DP de Kup. Ningún homenaje o guiño en los años posteriores, y sospecho que tampoco los habrá en el futuro.

Bajando un poco el tono, mis bardeos a esta serie decididamente mala no son una condena de Paul Kupperberg en particular, o en su totalidad. Si bien yo no le recuerdo una obra tremendamente destacada ni tampoco soy el más familiarizado con su obra, si le he leído cosas mucho mejores.

Sumado a esto, su Doom Patrol si tuvo sus fans y al menos más de un par de decenas de miles de personas comprando mes a mes sus comics, y por más que las ventas hayan bajado constantemente, es de esperar que varios de esos miles si les gustaba y disfrutaban lo que leían. Las cartas de lectores llenas de alabanzas no podían ser todas falsas.

Pero lo cierto es que mínimamente son comics formulaicos de superhéroes, muy estándar, olvidables y con muy poco destacable.

Un buen comic de la Doom Patrol no tiene que ser necesariamente algo tan alejado de la temática o experimental como en los tiempos de Morrison, son superhéroes, pero algo tan cuadrado y sin identidad no pega desde ningún punto de vista.

Así termina entonces la que debe ser la peor etapa de la Doom Patrol en su historia de publicaciones, bastante olvidada y apenas una nota que explica porque el verdadero volumen 2 de la Doom Patrol no empieza desde el #1 sino del #19.

Rating: ★½☆☆☆