Flash – Grant Morrison – Mark Millar [1997]

Grant Morrison y Mark Millar arrancan su suplencia en Flash con su saga de 3 números Emergency Stop (#130-132), la cual, más allá de no tener una buena portada inicial ni tampoco un gran nombre, si tiene algunos buenos momentos y elementos estilo Silver Age.

Lo mejor: lo de «Dear Flash, you have 60 minutes to solve your own murder», el time-loop de Wally para salvarse, y el concepto de The Suit, un traje de supervillano que está vivo y posee gente para robarles su energía y matarlos en el proceso.

No termina de ser tan logrado The Suit, como villano en sí, pero hay un par de buenos momentos en la saguita inicial del dúo.

Era esperable que posea a algún velocista, lo cual termina haciendo con Max Mercury, después con Jay Garrick y al final con el mismo Wally-Flash, el cual se ofrece para salvar a Jay y porque ya tenía pensado hacerlo explotar vibrando ni bien lo tenga puesto.

El time-loop de Wally para salvarse del ataque inicial lo deja con las dos gambas quebradas (entregando de paso una imagen para el primer cliffhanger), lo cual es algo bastante molesto justamente para Flash, dejándolo sin sus herramientas de laburo.

Gracias a su supermetabolismo se le van a curar en un par de semanas, pero de momento se le complica correr en silla de ruedas (aunque prueba y logra ir más rápido que un porsche hasta que se le derriten las ruedas).

Me encanta el detalle de las botas tiradas al lado, sumado a la cara de culo

Obviamente la historia no iba a terminar con Wally quejándose en silla de ruedas y el resto de su Speed Posse salvando el día, por lo que logra hacerse un traje de pura Speed Force, amarillo y medio feo, pero funcional.

Así se une a la pelea y después de darles un boost de velocidad a Impulse y Jay, logra dilucidar que The Suit en realidad tiene vida gracias a una entidad de energía extraterrestre, por lo cual no se siente culpable al desintegrarla al final.

No le funciona su primer intento que es bastante ingenioso, el descoser el traje hilo por hilo.

A la primera saga le siguen 3 números sueltos, el primero teniendo un enfrentamiento con Mirror Master.

No sorprende que los dos escritores escoceses hagan que se enfrente a su villano escocés y redondean un buen número con un feeling muy Silver Age, especialmente lo de Wally corriendo a través de un prisma que lo divide en 7 Flashes de distinto color y personalidad.

No dura mucho y se vuelve a reconstituir, pero es una buena escena, aunque al final termina funcionando como una excusa para volver a ponerle el traje rojo a Flash, también hecho de Speed Force, pero menos brillante y metálico que el anterior que estaba desde el #50, y mostrando los ojos de Wally y no discos blancos tipo Batman.

El siguiente número (#134) es un típico número de «A Day in the Life of…», en este caso mostrando un día de Jay Garrick reemplazando a Wally como Flash en forma activa, mientras este terminaba de curarse las gambas.

Está bueno que Morrison y Millar le hayan dedicado espacio a enriquecer el personaje de Jay, casi siempre opacado por Wally, algo lógico siendo que es su título. Siempre se remarca la importancia de Jay desde su experiencia y como mentor, pero está bueno verlo actuando como el héroe principal y mostrando que tiene una vida mucho más interesante que lo que tal vez uno se imaginaría para «el Flash viejo».

Hasta tiene tiempo para ponerse en el papel de analista de los superhéroes, en un momento meta en el que en realidad está hablando de los comics de superhéroes, y no se siente fuera de lugar en una leyenda de la Golden Age que tiene espalda para hacer cualquier comentario.

El último del grupo de tres números sueltos es en realidad la 3era parte de un crossover con Green Lantern – Kyle y Green Arrow – Connor, Three of a Kind, con la resolución de su encuentro con Sonar, Heatwave, Hatchet y Dr. Polaris en un crucero de vacaciones a Alaska.

El número en realidad está enmarcado desde el juicio posterior a los villanos y la acción se relata en forma de flashbacks a partir de los testimonios de villanos y héroes. El abogado de los villanos, Bernie Weinstein, parece ser un homenaje a Robert Shapiro y está a punto de lograr que queden libres hasta que el trabajo de Connor y Wally logra descubrir una forma de que no zafen tan fácil.

No entro en detalle en los otros números del crossover porque todo el tema en general resulta bastante olvidable, ya desde el plan de los villanos, el conflicto en sí, y como se resuelve. El número de Flash intenta algo un poco distinto pero no resulta algo demasiado logrado tampoco, y lo mejor termina siendo las interacciones entre Wally, Kyle y Connor, aunque no lo suficiente como para levantar el crossover.

The Human Race

El feeling Silver Age se incrementa todavía más acá, sumándole un poco de Pixar con Krakkl (que también tiene algo de Sonic), el amigo imaginario de la infancia de Wally que en realidad estaba vivo al igual que su planeta.

También hay un poco de Galactus con el dúo de seres cósmicos gigantes y todopoderosos que pasan el tiempo haciendo correr a campeones de distintos mundos mientras apuestan por el ganador. Obviamente al que pierde, le destruyen el planeta.

Corren y corren por días, a través de un agujero negro, a través del tiempo, a través de Krypton explotando, mientras Wally se va cansando y Krakkl le mantiene siempre la ventaja.

Como no podía ser de otra manera, llega un punto que Krakkl le revela que su planeta entero está corriendo con él, sumándole su energía kinética, y ahí a Wally se le ocurre hacer lo mismo y cómo darle vuelta la cosa a los gigantes.

En el mejor momento de la saga, les apuesta que puede volver corriendo a la Tierra más rápido que ellos, que chapean con poseer teletransportación instantánea, y obviamente gana, además de traerse a la gente del planeta de Krakkl a la Tierra temporalmente para que los gigantes tampoco puedan destruirlos.

Hay tiempo para un momento Pixar más antes cuando Krakkl se sacrifica para darle su velocidad a Wally y que pueda ganarles a los gigantes, lo cual no termina siendo en vano.

No es una mala saga y tiene sus buenos momentos, resultando siempre entretenida y entregando algunos de los mejores diálogos de Morrison en la suplencia.

Black Flash

Inmediatamente después de Human Race arranca la saga de Black Flash, en este caso escrita solamente por Mark Millar, con arte de Pop Mhan, el nuevo artista regular de la serie.

El tono es desde el principio más serio y ominoso, con la sombra del Black Flash apareciendo detrás de Wally en una foto grupal del Speed Posse.

Max le revela a Jesse lo que saben con Jay, que el Black Flash sería una suerte de muerte para los Flashes que también apareció como una mancha en la última foto de Barry Allen y Johnny Quick, lo cual es a la vez un detalle bastante ridículo y lo que termina de llevar esta saga hacia la película Destino Final – versión Flash.

Wally no para de hablar de que finalmente se decide a pedirle casamiento a Linda y que lo va a hacer a la noche en la cena que tienen planeada en el Museo Flash, por lo que está claro que algo malo va a pasar.

No termina siendo Wally la víctima en principio, Max y Jesse lo retrasan de llegar a tiempo a la cita y en estilo Back to the Future la foto cambia y desaparece la sombra del Black Flash, pero no resulta ser bueno para Linda, que recibe el rayo que le iba a pegar a Wally.

Millar decide hacerse el cute en el principio del 2do número de la saga (#140) y muestra un futuro con Wally y Linda teniendo a los Tornado Triplets, tres hijos con supervelocidad que pelean contra versiones mini de los Rogues.

Pero en realidad el número es la historia de como reaccionaría Wally a la muerte de Linda, que aparentemente es dejarse crecer una barbita que le da pinta de garca, abandonar el traje de Flash más allá de por haber perdido sus poderes, sino porque ahora tiene que ser un adulto y los superhéroes y sus trajes de halloween son para nenes.

Jesse lo reemplaza en la JLA y lo va a reemplazar como Flash full time, mientras él se va a vivir a Escocia a enseñar ciencia en la Universidad de Edinburgh.

No llegamos a ver su nueva vida en Escocia gracias al regreso estilo Destino Final del Black Flash, que lo vuelve a buscar ya que el que se tenía que morir era él. Wally recupera sus poderes y traje a tiempo para salvar a Impulse del Black Flash, pero Millar arruina cualquier amague de lograr un buen momento cuando lo hace con su misma barbita asomandose al grito de «Let´s Boogie!».

Este…

Vuelve después a arruinar el supuestamente épico final en el cual Wally corre más rápido que la muerte y llega hasta el final de los tiempos, en donde se desintegra con entropía, al hacer que se felicite a si mismo por ser tan groso y despida a la muerte-Black Flash con «Hasta la vista, Baby».

Hasta la vista, Millar

Al menos se afeita para proponerle casamiento a Linda, después de correr tan rápido que la logra sacar de la Speed Force y revivirla.

Es medio raro que este momento haya sido dejado para Millar, aunque está claro que lo hizo siguiendo direcciones de Mark Waid, que vuelve con todo en el siguiente número con el Casamiento de Linda y Wally.

Así termina un año de historias por Grant Morrison y Mark Millar en Flash, con 3 sagas de 3 números y 3 números stand alone, que se traducen en 1 año de descanso para Waid y tiempo para organizarse y refinar su ambiciosa saga siguiente.

 

Parece ser bastante fácil reconocer la mano de Morrison en los plots más high concept y con elementos de la Silver Age pero con narrativa más compleja, centrados a la vez más en la acción y en contar historias bien entretenidas que en meterse en la caracterización del personaje y sus relaciones interpersonales, como en Emergency Stop y más particularmente The Human Race.

La mano de Millar se ve más claramente obviamente en la saga final de Black Flash que lleva sólo su nombre, que no me gustó.

Morrison

Artistas

Paul Ryan (#130-136), Ron Wagner (#137-138), Pop Mhan (#139-141) y Josh Hood (#141).

 

Rating: ★★½☆☆ Cumplen, no mucho mas.

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