Paul Jenkins arranca su etapa en Hellblazer con el #89, fecha de tapa Mayo 1995 y se queda por 40 números, poco más de 3 años.
La etapa de Jenkins no es tan popular y famosa como las de los autores que lo precedieron y varios de los que le suceden, y en este caso estoy de acuerdo con el juicio popular. A mi particularmente no me gusta la etapa de Jenkins. No considero que sea mala en términos generales, aunque si bastante mediocre, sin dudas la peor de las que vinieron hasta ahora.
Jenkins parece entender al personaje desde el principio y muestra a un Constantine que se siente como John Constantine, pero uno que está viviendo algunos de sus años más aburridos.
Referencia las etapas anteriores varias veces, mencionando a Kit más de una vez y como su gran amor y también hay menciones a otros personajes de la etapa de Ennis y de la de Delano. Algunos elementos los toma directamente para sus historias, como el Diablo – First of the Fallen como antagonista, y la súcuba Ellie, ambos de la etapa de Ennis.
A su vez busca hacer su aporte y rodea a JC de un nuevo elenco secundario de amigos y conocidos, más una nueva novia de la que se enamora, Dani. También crea algunos antagonistas nuevos, uno recurrente como el demonio Buer, que pasa de tener una introducción decente a ser un chiste para el final de la etapa.
En la teoría Jenkins cumple con todo lo necesario para contar buenas historias. Es respetuoso con lo que vino antes, se mantiene fiel al personaje, lo rodea de un elenco regular variado y hace que sean importantes en distintas historias, etc. Sin embargo nunca termina de hacer click, y sus mejores momentos no pasan de ser historias decentes de Hellblazer, con ninguna que sobresalga.
Los personajes secundarios son o bien apenas desarrollados al pasar para alguna historia o viñeta de otra historia, como Straff y su anciana mamá senil o el serbio Slobodan, o bien más ampliamente desarrollados como Rich, el heredero del Rey Arturo que es el estereotipo del punk rocker entrado en sus 30s, que formó una familia pero nunca creció, y que nunca termina de resonar como un personaje creíble.
Algo parecido pasa con Dani, la novia negra, yanqui, periodista, que pasa de conocerlo siguiéndolo a un baño de hombres de un bar y atacándolo a preguntas mientras JC intenta mear, a después ser directamente su novia ya de un par de meses, narrado en un montaje de un par de páginas. Jenkins inserta un poco abruptamente al personaje y más todavía haciendo que JC diga que está enamorado, pero después busca darle importancia en la vida de John.
El problema es que nunca logra darle demasiada personalidad o que no lo busca, siendo más una herramienta para contar cosas de John que un personaje y su relación no se siente como algo con mucha substancia, sino más una excusa para que el antagonista de turno tenga un amor para amenazar a JC. No pasaría la prueba de Bechdel.
Podría buscar varios ejemplos específicos, pero la anteúltima saga entera, Up the Down Staircase, es una buena muestra. JC visita a la familia de Dani en USA para Thanksgiving, pero no hay básicamente nada que pase entre ellos, nada significativo con la familia, nada más que un plot difuso sobre que todos en USA están perdiendo la cabeza. Es la peor saga de la etapa ya de por si, realmente un embole.
A Jenkins se lo nota claramente mucho más cómodo con una historia de barrabravas de futbol inglés que haciendo que oh sorpresa, uno de los hermanos menores de Dani tenga escondida un arma y tenga amigos dudosos gangstas. ¨Football, It’s a Funny Old Game¨ es uno de los momentos decentes de Jenkins todavía hacia el principio de su etapa, recordando cosas como que el viejo de JC era fanático del Liverpool y lo hizo del equipo llevándolo a la cancha de chico.
¨Critical Mass¨, la primer saga de la etapa, es el punto más alto, con una historia oscura relacionada al evento más traumático de la vida de JC, Newcastle, un villano interesante como el demonio Buer y una buena resolución.
No me termina de convencer el Aleister Crowley de Jenkins, no tiene la personalidad que me imaginaría, pero el ritual de JC en donde se libera de todas las partes ¨malas¨ de su alma y esencia para crear un doble que engañe a Buer podría haber dado para historias interesantes. No es lo que pasa después, pero en el momento la resolución resulta un momento clásico de Constantine pensando en un truco para cagar a los demonios al final, más una semilla interesante para explorar.
Lástima que apenas resulta en Difficult Beginnings, saga de 3nros olvidable en donde JC, como no puede fusionarse de nuevo con las partes ¨malas¨ de su alma ni aunque quisiera, vuelve a intentar revivir/reincorporar esos aspectos haciendo cosas como revivir las torturas que le hicieron en un manicomio, o ser un garca con su amiga súcuba Ellie, etc.
Last Man Standing puede que sea la saga más ambiciosa de la etapa, y Jenkins mete algunos conceptos interesantes, tiene algún momento, pero el balance final no es muy bueno.
John Constantine es apropiado para una historia artúrica, sin dudas, pero no termina de funcionar la fusión con el Hellblazer de Jenkins y elementos de su etapa como Rich el punk como el heredero oculto de Arturo o Jack Green el elemental planta aliado de Arturo que es el que esconde el Grial.
Myrddin o Meardon, a la vez el dragón artúrico y Merlín, personificado en un agente del gobierno británico secreto y de alto rango, es un buen villano, pero el final es bastante bizarro. Uno se puede esperar muchas cosas de John Constantine, pero no me esperaba la escena que suena a otra película de hervir la cabeza de Bran the Blessed, el inmortal que guardaba el secreto de Dios y servirla en guiso a sus amigos y conocidos. De esa manera todos tienen parte de su energía y del ¨secreto¨, haciendo que Myrddin no lo pueda alcanzar, a la vez q la caja de la cabeza era veneno para él, tóxico. Arturo aparece, le explica a Myrddin que lo había estado protegiendo al esconder la caja para que no muera él, el ultimo de su raza. Arturo entonces le da un pico a JC, y se va.
Jenkins entrega también un par de números de tono distinto, más light ya desde el vamos, lo cual resulta en el mejor número individual de la etapa (#119), un día de mierda de JC, en donde todo le sale mal, mezclado con escenas y el efecto de todas las tragedias humanas, hundimientos, minas colapsadas, erupciones, etc.
A su vez, el #120 tiene a JC hablándole a cámara, agradeciéndole a un Alan Moore escondido en sombras, con varios cameos más de Garth Ennis, Jamie Delano, Will Simpson, editores, más varios amigos muertos de JC y Death de los Endless. Es un número aniversario por los 10 años de Hellblazer y Jenkins busca emular un poco al Ennis de ¨Forty¨ metiendo más cosas meta, pero el recurso no termina de funcionar, aunque el número zafa.
A favor de Jenkins, una de las cosas en las que se diferencia para bien en cuanto a la etapa anterior de Ennis es que devuelve a JC a las calles grises y lluviosas de Inglaterra, recuperando el tono y carácter inglés en cuanto al elenco y algunos temas sobrenaturales más basados en folclore e historia británica. También hay una iteración más del mito de origen germánico de la ¨Wild Hunt¨, en este caso en una historia de hombres lobo a caballo (por que?), pero estoy volviendo a lo más olvidable de la etapa.
Hay también alguna mención política, algún comentario social, pero en su mayor parte esto no es muy prevalente aunque si parte de la ambientación británica.
Uno de los principales problemas de esta etapa, al menos en cuanto a lo que a mi respecta, es el muy logrado tono de melancolía y pesimismo que termina siendo demasiado. Es difícil encontrar el balance ideal, porque un elemento clásico de JC es que es un tipo bastante duro, cínico, pesimista, pero no necesariamente todo alrededor suyo tiene que ser así, siempre. JC tiene que tener sus victorias y momentos buenos para que no sea todo tan triste, y si bien hay algún momento así en la etapa, siempre vuelve a lo deprimente, cerrando de hecho la etapa en una nota completamente así.
Puede que no haya sido el momento ideal para Jenkins a nivel personal, al haber sido su primer encargo profesional como escritor, pero todavía era un buen momento para dejar su marca en un personaje que venía con bastante carga por Moore, Delano y Ennis, pero que a la vez recién tenía una década de serie publicada. No lo logra mucho y él mismo resetea el status quo casi del todo para el que sigue, dejando todo como si su etapa casi que ni hubiera pasado.
Digo casi del todo porque deja una bombita con todo el tema de JC volviendo a venderle su alma al Diablo, aunque con el final en el que Dios limpia la esencia e influencia del Diablo de Constantine y los suyos, no me queda claro si se la devuelve. Sea como sea, no es un momento logrado y merecido, John parece hacerlo más embolado por el final de la etapa de Jenkins y todo lo que está pasando en la historia que otra cosa.
Pasando al arte, los dibujos mayoritariamente están en manos de Sean Phillips (que ya había hecho varios nros de Hellblazer antes y de hecho empieza como regular en el #84) y su estilo oscuro, sucio, de trazos rápidos funciona muy bien para la serie y el tono de las historias.
Artistas invitados hay varios: Pat McEown (#94), Al Davison (#101), Charlie Adlard (#108) y Warren Pleece (#115, #121-128), que dibuja las 2 sagas finales enteras. Ninguno se destaca demasiado, aunque dentro de sus estilos propios siguen la línea de Phillips, haciendo que la etapa sea bastante homogénea visualmente.
Amigos/Conocidos Muertos – 1?
Una tradición de Hellblazer que Jenkins no toma, apenas un sólo amigo de John termina perdiendo la vida y ni siquiera está confirmado, puede haber sobrevivido.
Dez – El amigo hacker que todo protagonista con poca pinta de sentarse a investigar en una pc necesita. A poco de aparecer para ayudarlo contra Myrddin, lo agarran y le cortan una mano. No me queda muy claro al final si lo matan o no, pero sí está claro que no va a hacerle muchos favores más a JC.
MENCIÓN ESPECIAL – Weeble – El amigo médium de JC que estaba obsesionado con hablar con espíritus famosos. En este caso definitivamente no muere, pero termina poseído por el demonio Buer y Aleister Crowley a la vez, ninguno con intenciones de irse a otro lado, por lo que no se puede decir que termine muy bien.
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En conclusión, Jenkins desde el principio engancha el estilo Hellblazer y ofrece bastante alternancia en la temática de las historias (aunque con demasiadas de fantasmas para mi gusto), con el horror y el humor negro siempre presentes.
Nunca termina de redondear una gran historia pero si entrega algunos números individuales buenos y una buena saga como Critical Mass.
No es suficiente como para que la recomiende, pero tampoco como para que sugiera esquivarla si se quiere leer más de John Constantine además de las etapas más famosas.
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