Eddie Campbell escribe el 2do interludio entre la etapa de Garth Ennis y la de Paul Jenkins (siendo el primero el número de Delano que mencioné al final de su review), una saga de 5 números a la que llama «Warped Notions», que es el objeto de esta reseña.
El arte está a cargo de Sean Phillips, que también hace las portadas.
La historia empieza con un Constantine que estaba teniendo visiones apocalípticas, al cual una conocida le pide que le haga un exorcismo a su tío que estaba poseído.
Termina ayudando, aunque bastante coercionado, a un fantasma, Sir Francis Dashwood, el fundador del primer Hellfire Club, a un gato con botas que se llama Murnarr y a una suerte de Venus de Milo sin ojos, que le comentan de una grave amenaza a la realidad entera que ya se había empezado a manifestar.
Empiezan a aparecer casos de muertes, asesinatos y tragedias cada vez más graves y bizarros, cumpliendo leyendas urbanas en la vida real, como un tipo que le explota la cara que estaba llena de cucarachas, un bebe muerto lleno de drogas que aparece en el aeropuerto de Philadelphia, y cosas del estilo.
Sir Francis alista brevemente la ayuda de otro fantasma para que se una al club, que resulta ser Benjamin Franklin, el cual parece aparecer solamente porque Eddie Cambell quería caracterizarlo un rato, porque después desaparece.
A Constantine lo contacta la Iglesia de la Realidad Virtual, un grupo de humanos que estaba investigando todo el tema de la ruptura de realidad, aunque ellos en realidad lo encaraban como un virus, el Virus de Todo.
No pasa mucho tiempo hasta que aparece el gato con botas y le rebana la cabeza a uno de un espadazo, por lo que Constantine vuelve a viajar con el nuevo Hellfire Club. El avión en el que iban es obligado a hacer un aterrizaje de emergencia en el norte de Australia por culpa de fumadores a los que la piel se les cae, dejando el cráneo a la vista, lo cual causa un pánico considerable.
Constantine descubre que el que estaba causando todo era en realidad el fantasma de Sir Francis Dashwood, y decide entonces darle bola a la Iglesia de la Realidad Virtual e ir a las islas del norte de Australia, Papua o Nueva Guinea, para buscar la cura en la selva tropical. A todo esto, al gato lo mata una serpiente gigantesca después de que lo maldiga un shaman aborigen.
En el último número las cosas se resuelven bastante rápido, aunque primero escalan y a Constantine lo ataca un nube de insectos mientras que toda una aldea de aborígenes es asesinada por Sir Francis, que ya no esconde que es el que está atrás de todo.
Constantine sale a correr por la selva haciéndose el que se escapa, pero atrapa al espíritu adentro de un árbol, dejándolo encerrado hasta que a alguien se le ocurra talar al árbol.
No es una gran solución, de hecho el mismo Constantine se lo reprocha antes de que termine el número, comparándose con la humanidad que esconde su propia locura.
Cambpell redondea una historia bastante olvidable, con un villano y amenaza que nunca llega a ser demasiado interesante. No hace una mala caracterización de Constantine, aunque pasa desapercibido con la historia que cuenta. Warped Notions no es particularmente mala, pero nunca logra ser buena tampoco, quedándose en el medio aunque tirando para abajo, y por eso lo de olvidable.
El arte de Sean Phillips tiene momentos muy buenos con su estilo que lo caracteriza, rugoso, casi sucio de a momentos con sus líneas imperfectas, que parecen apuradas pero no lo son.
Estos números no se encuentran recopilados en ningún tp o colección, por lo que deben ser bastante difíciles de conseguir hoy, aunque en mi opinión igual no vale mucho la pena gastarse en buscarlos excepto que se quiera completar todo Hellblazer.
Rating: