[1992-1993] JLA de Dan Jurgens

Bueno siguiendo esta «semana» de la JLA, ahora le toca a la etapa de Dan Jurgens.

Después de cinco años de que el mundo de la Justice League estuviera controlado por Keith Giffen, J.M. DeMatteis y Andy Helfer, DC decidió que era tiempo para un cambio en la Liga, y le dio el control de la JLA a Dan Jurgens y el de la JLE a Gerard Jones.

Supongo que por algún motivo pensaban que este era un cambio positivo, pero lo que pasó fue que se pase de la mejor etapa de la Liga a una bastante mala e insulsa. La JLA de Jurgens empieza con el especial Justice League Spectacular, con fecha de tapa Mar/Abr de 1992.

Es claro que la idea de DC era hacer un gran cambio en la Liga, haciéndola de nuevo más “seria”. Va entre comillas primero porque no se puede decir que la JLA, la Liga de la Justicia de América, sea un comic demasiado serio en el sentido estricto de la palabra, pero más que nada porque lo que se logró fue hacer que se publiquen historias con básicamente los mismos personajes + Superman (el primer lineup de la “nueva” JLA es Blue Beetle, Booster Gold, Fire, Ice, Guy Gardner y Superman) pero malas, siendo todo realmente más insulso y aburrido. Es verdad que en muchos momentos a Giffen le faltaba más sutileza al mostrar las personalidades de los personajes, pero esto es mucho más marcado en la JLA de Jurgens, en donde nadie en ningún momento habla ni por cerca en forma natural, como una persona normal, ni tampoco tiene ni un asomo de personalidad.

En su debut en la serie regular, JLA 61 (que empieza con un homenaje al primer número de la Liga de Giffen en la primera página), se suma Maxima al equipo, agregándole así al menos otro personaje nuevo que nunca estuvo en la etapa anterior. Si uno trata de mirar más allá del diálogo de cartón, igual encuentra errores de continuidad como la dieta milagrosa de Blue Beetle, que pasa de tener un sobrepeso importante a estar perfectamente musculoso y atlético.

Lo gracioso es que esto es algo que se toma en cuenta en el especial en donde debuta la Liga, pero Jurgens se olvida o lo ignora conscientemente en el siguiente número, que se ubica justo después del especial cronológicamente. Esto es igualmente solo un detalle, no me parece tan grave como ignorar lo publicado antes y hacer una escena como la de Hielo cagando a pedos a Max después de que Superman entre y le diga que la Liga no es suya, lo cual no pega para nada con Hielo (cosa que es mencionada en el diálogo pero Fuego lo explica diciendo que era el efecto de Superman). Jurgens en ningún momento logra dominar las personalidades ya establecidas de los personajes, y se nota demasiado que, si bien son casi los mismos personajes, esto es algo muy distinto pero no para bien.

Es posible contar historias distintas con el mismo elenco de personajes respetando sus personalidades ya bien establecidas, pero Jurgens no pudo hacer esto ni por cerca. Hubiera sido preferible que se anime a cambiar a todos los personajes, abandonando a los de la Liga de Giffen, supongo que a fin de cuentas hubiera sido algo al menos medianamente más aceptable. Al menos hubiera estado liberado de la inevitable comparación con lo que fue la etapa de Giffen en lo que respecta a las cosas en común. Igualmente no se si Jurgens amagó aunque sea a hacer eso y no lo dejaron, queriendo un cambio desde lo editorial, pero manteniendo a casi todos los personajes para minimizar un posible efecto negativo de los fans, tal vez.

El villano de la primera historia de la serie regular es el Weapons Master, un villano viejo de DC no muy usado. Este debe ser uno de los pocos puntos que no están directamente en contra en los primeros dos números, ya que es dentro de todo un villano interesante, que los estudia primero (al mandar a la Royal Flush Gang, en el especial que empezó esta nueva etapa) y después pelea con ellos usando armas específicamente diseñadas para contrarrestar los poderes de cada uno. Al final obviamente lo terminan venciendo igual, en parte con la ayuda de un aparente nuevo personaje, Bloodwynd. Se une a la Liga en el #62 y ya desde ese momento Jurgens insinúa que tiene algo raro. La identidad de Bloodwynd es una incógnita que Jurgens va armando, aunque quien es realmente resulta obvio bastante rápido, a pesar de que haya intentado confundir con el perfil supuestamente mágico del personaje.

En el 63 Fuego cambia su traje por uno nuevo diseñado por Jurgens, lo cual no es mala idea porque el anterior diseñado por Hughes no tenía mucho de traje, era básicamente ropa verde noventosa, pero el nuevo diseño de Jurgens es bastante malo, al menos a mi no me gusta para nada. Se ve que el tampoco se quedo muy contento con su diseño, en el número 67 le vuelve a cambiar el traje por uno que mantiene el blanco y verde, pero que se ve mejor que el anterior.

Guy se va, caliente con Superman porque este asumió el liderazgo y nadie le dijo nada, y también porque Hielo está bastante interesada en el kryptoniano, pero igual vuelve un par de números después, aunque ya no como un Green Lantern (lo echan en el número 25 de Green Lantern v3), usando ahora un anillo de poder amarillo como el de Sinestro.

En el 71, dibujado por Sal Velluto, se ven las consecuencias de la saga de la muerte de Superman. Además del obvio hecho  de que Superman no está más, Beetle está en coma luchando por su vida, Hielo abandona la JLA y Fuego y Booster están sin poderes. Maxima cambia el traje por uno bastante feo y se unen Ray, el que para ese momento era el nuevo Ray, diseñado por el mismo Joe Quesada que hoy es el editor en jefe de Marvel (tengo que decir que Ray siempre me cayó simpático por algún motivo no mucho más profundo que el hecho de que de chico me encantaba el traje), Black Condor, Agent Liberty (este no se bien quien es, pero parece un Capitán America trucho) y Wonder Woman como la nueva líder del grupo.

Con Destiny’s Hand, Jurgens escribe su primera saga con intención de ser épica, usando como villano a John Dee, el Dr. Destiny, ahora probablemente más conocido por su aparición en Sandman que por sus apariciones anteriores (o por esta). Esta saguita lo que tiene a su favor es que dura solo cuatro números, si fuese publicada hoy duraría como mínimo 6, teniendo en cuenta que hay una supuesta “gran” revelación y amenazas en contra del mundo y la realidad. Lo otro que tiene a favor es que Jurgens hace que Beetle salve el día, haciendo que todos los héroes se despierten del trance que los mantenía en un mundo alucinado y parando también a Destiny antes de que mate a Atom, que aparece como invitado en la saga pero que de un momento a otro se une al equipo sin que nadie diga nada.

Lo que tiene en contra es básicamente una repetición de lo que tiene en contra la etapa de Jurgens en general, o sea, malos diálogos, personajes mal manejados o poco interesantes (Guy, Fuego, Agent Liberty, etc) y amenazas demasiado caricaturescas. De a ratos esta etapa parece más un comic de la Silver Age que uno de los noventas, pero no de buena manera, eso es lo que Jurgens transmite.

La gran revelación es que Bloodwynd es en realidad J’onn J’onzz, el Martian Manhunter, revelación que es la que justamente hace que el Bicho se despierte del coma, por algún motivo. No puedo estar del todo seguro de que esta revelación la vi venir desde a kilómetros porque ésta serie la leí hace ya varios años, pero mi encuentro inicial fue muchos años antes también, ya que Perfil incluyó el número de JLA correspondiente en su edición de la Muerte de Superman, y si mal no recuerdo para el momento en que leí Destiny’s Hand ya sabía la identidad verdadera del supuesto misterioso nuevo personaje.

Leyéndolo una vez más sabiendo esto, me parece que, con las pistas que tira Jurgens, no lo adivinaría solo alguien muy poco perspicaz y que no conoce demasiado al personaje de J’onn (y sus poderes).

Lo que si me sorprendió al releer la serie fue la saga siguiente, Blood and Secrets, en donde se explora el motivo de porque J’onn se convirtió en Bloodwynd y no se acuerda nada. En esta saga al final nos enteramos de que adentro de la gema que Blood tenía y que le queda fijada en el pecho a J’onn vivía en realidad un… ser, Rott, que era la personificación de la fealdad y el mal del verdadero Bloodwynd, que aparentemente existía en realidad. Rott se escapa de la gema gracias al poder de Ray, y es de la misma manera que el verdadero Bloodwynd termina haciendo que Rott vuelva, con Ray sacándole su poder.

Esta resulta ser la saga final de la etapa de Dan Jurgens al frente de la Liga, después de poco más de un año, terminando de manera bastante olvidable como lo fue toda su etapa.

Probablemente las ventas no apoyaron a estos comics que no eran realmente un desastre, pero si eran bastante malos y aburridos. La etapa tiene pocas cosas buenas para destacar, como el hecho de que Jurgens le haya dado otro protagonismo al Beetle, el cual seguramente le caía bien como personaje ya que le da mucho más que hacer en cuanto a la acción y a salvar el día que lo que Giffen hizo en cinco años, pero falló en capturar su personalidad de la misma manera que lo que hizo al Beetle un personaje memorable.

Todos los personajes que venían de años bajo la misma mano se sienten completamente distintos escritos por Jurgens, que no puede capturar la esencia de ninguno. Si se lee esta etapa pegada a la de Giffen, especialmente si se lo hace en pocos días, queda la sensación de que se están leyendo personajes demasiado distintos.

La presencia de los personajes nuevos que Giffen y DeMatteis nunca habían escrito no llega a tapar esto en ningún momento. Superman escrito por Jurgens no es nada más que un superhéroe creído y autoritario que habla como una abuela de la Liga de la Decencia, Ray nunca llega a tener el espacio como para que se vea aunque sea un esbozo de caracterización, lo mismo con Maxima, Atom, Agent Liberty, Wonder Woman, etc. Al día de la fecha todavía no leí un comic escrito por Jurgens que realmente me guste, ya bastante le costó en su momento escribir un comic con un solo héroe como Superman o Booster Gold, no entiendo como alguien pensó que podía manejar un comic con varios héroes, que implica caracterizar varias personalidades distintas y mostrar como se desarrollan esas relaciones (y volvieron a pensar que lo podía hacer en Team Titans, y probablemente en algún comic más que no conozco).

La lista de villanos que hace aparecer Jurgens no impresiona demasiado tampoco, con Weapons Master, Starbreaker (número de Maxima y Almerac), Doomsday, Dr. Destiny y Rott, el lado oscuro del verdadero Bloodwynd, sin nadie más digno de mención. De estos el único que me cae simpático es el Weapons Master, que al principio parece ser un villano medianamente interesante (cosa que no pasa cuando Jurgens lo hace aparecer de nuevo).

Ahora una de las cosas importantes en un comic, además del guión, es obviamente el arte, del cual no hable hasta ahora para dejarlo para el final. Jurgens se encarga de dibujar todos los números de su etapa menos uno dibujado por Sal Velluto (que hace un laburo bastante regular), con tintas de Rick Burchett en todos los números excepto uno en el que  lo hace Jackson Guice. Tengo que decir que en general me gustan los dibujos de Jurgens, y que su trabajo acá no es la excepción. Tampoco es que soy un gran fanático del trabajo de Jurgens, no puedo decir que me encanta, pero para mi cumple. Me gusta bastante como lo entinta Burchett, especialmente en el número de Doomsday, por ejemplo. Jurgens tiene un estilo de dibujo realmente muy clásico, se podría decir demasiado, pero eso está muy a tono con las historias reminiscentes de la Silver Age que cuenta acá.

Esta etapa de la JLA es bastante olvidable. No es lo que le daría a leer a alguien que no haya leído ningún comic de la Liga y quiera hacerlo (como si lo haría con la etapa de Giffen y DeMatteis o la de Morrison). Tiene dibujos decentes, si a uno le gusta el estilo clásico, pero las historias, las aventuras ideadas y los diálogos de Jurgens tiran todo el producto debajo de la línea de lo mediocre. No hay verdadera caracterización de los personajes, no hay manera de que uno sienta empatía o ni siquiera simpatía con ellos. Prefiero leer esto que leer el Youngblood de Liefeld, pero hay muchísimas cosas mucho mejores para leer.

Rating: ★½☆☆☆

BONUS! (directo sin modificar de mi viejo blog sobre comics)

Humor Fallido – Justice League of America v2 67 – Octubre 1992


Todos los que leímos la Liga de Giffen y DeMatteis sabemos que allá por el principio de los 90’s terminó la mejor etapa de la Liga hecha hasta ahora y empezó una etapa con Dan Jurgens (creador de Booster Gold, trabajó en Superman, Teen Titans, y varias cosas más) a cargo de escribirla y dibujarla. Jurgens estuvo poco más de un año con la JLA, pero se encargó de dejarnos uno de los peores intentos de humor que al menos yo haya visto publicados en un comic.

Supongo yo que existe la chance de que en realidad Jurgens estuviese haciéndole un homenaje a Giffen + J.M., pero podría haber esperado un par de meses para hacerlo si este era el caso. Teniendo en cuenta que se fue con el 77, le quedaban más de 6 meses para pensar algo más pasable que lo que mando a imprimir.

También parece estar dibujado un poco rápido, otra posibilidad es que Jurgens andaba corto de tiempo y necesitaba rellenar un par de páginas, así que se le ocurrió probar suerte con el humor sin gastarse demasiado y hacerlo pasar como un homenaje.

Estas dos no son las únicas posibilidades, supongo que cualquiera puede ser el motivo por el que Jurgens incluyó el gag/bit, pero lo que importa es que el resultado fue muy malo. Bastante malo. Lo suficientemente malo para que me acuerde de la nada de que había habido una escena de humor muy poco lograda hecha por Jurgens en estos números de la JLA, y que me ponga a buscar cual era para postearla.

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