Terminados (por ahora) los aportes de Keith Giffen a la Justice League, inauguro esta 3ra «semana» de la JLA con una reseña de la etapa que sigue a la de Morrison, la etapa de Mark Waid.
Waid empieza bien arriba y muy bien con la saga “Tower of Babel”, en donde la JLA es reducida casi por completo por la Liga de Asesinos de Ra’s al Ghul, el cual había robado unos planes diseñados por Batman para frenar a cada miembro de la Liga en caso de ser necesario (como por ejemplo si caen víctimas de control mental), los cuales usa para intentar evitar que la Liga frene sus planes para matar a la mayor parte de la humanidad.
Así J’onn es infectado por unos nanites que causan que la superficie de su piel reaccione con el oxígeno y lo prenda fuego sin parar, Aquaman es infectado por una neuro toxina que le da un miedo patológico al agua que no le permite acercarse, haciendo que se debilite progresivamente; Wonder Woman es encerrada en una simulación de realidad virtual en la que pelea constantemente contra un oponente que nunca pierde, diseñado para que pelee hasta tener un ataque de corazón, a Flash le pegan un dardo que le causa convulsiones a la velocidad de la luz que no paran, Green Lantern es hipnotizado mientras duerme para que haga que su anillo lo deje ciego, Plastic Man es congelado y después roto en mil pedazos con un martillo y Superman es frenado por Kriptonita roja que hace que su piel se haga trasparente y la radiación solar pase sin resistencia, lo cual le causa un dolor terrible que lo deja inutilizado.
Eventualmente todos van zafando de sus respectivas trampas ideadas por Batman y ejecutadas por los asesinos de Ra’s y frenan todos los planes de este, aunque logra escapar. Cada una de estas cosas era obvia, sin dudas, pero se va disfrutando a lo largo del camino.
Al final se da una escena en donde todos los miembros de la Liga votan si Batman se tiene que quedar en la Liga o ser expulsado, y explican su voto. En esta secuencia se dan dos momentos que para mi no están muy logrados, cuando J’onn se calienta y le grita a Aquaman y cuando Wally se calienta, corre con supervelocidad y le grita a Kyle, ambas reacciones son bastante fuera de personaje y fuera de lugar. Kyle, J’onn y Flash votan que Batman se quede a pesar de que no les gustó nada lo que pasó, mientras que Wonder Woman, Aquaman y Plastic Man votan que se vaya. El voto decisivo le queda a Superman, que también vota en contra de Batman, el cual ya había adivinado el resultado de la votación y se había ido para el momento que lo van a buscar.
Tower of Babel me gusta no sólo porque Waid piensa maneras bastante interesantes para neutralizar a cada héroe, sino porque avanza las relaciones de los héroes en la Liga y muestra lo fácil que se quiebra la confianza de varios en Batman, al que no le pueden perdonar el no haber dicho que había hecho los planes, por más que si entiendan los motivos por los cuales los hizo.
La segunda saga, Queen of Fables, no me gusta tanto como la primera pero tiene sus momentos, como Plastic Man y J’onn lentamente siendo llevados al horno de la bruja de Hansel y Gretel, o cuando Diana está dormida como la Bella Durmiente y Aquaman, representando al príncipe (el que sea el Rey de Atlantis significa que fue príncipe alguna vez) le da un beso para despertarla.
Al final la historia decae un poco y el final en el que encierran a la Queen of Fables en un libro distinto del que había venido, donde no habían historias (algo relativo a los impuestos), después de convencerla de que la realidad es bastante más dura que la tierra de fantasía de donde venía, la magia no existe (aunque en el Universo DC existe claramente) sino la ciencia, y en donde se envejece. Teniendo en cuenta que claramente la Queen of Fables puede influenciar la realidad de la manera que quiere con las cosas que hace, no entiendo porque esta supuesta gran revelación de Wonder Woman con el lazo de la verdad atormenta a la Reina y hace que la venzan.
La colección en cuestión de la JLA llega a su nro 50 en la etapa de Waid, y como es costumbre en los comics norteamericanos se aprovecha la ocasión para un número especial del doble de páginas y con varios artistas invitados. El número termina siendo uno de los más y mejor recordados de la etapa, principalmente por una charla entre Batman y Superman que se va dando mientras se suceden varias escenas intercaladas. La charla hace referencia al tema de la confianza perdida por los actos de Batman y como ésto y las divisiones crecientes entre quienes votaron para que se quede y los que no estaban desintegrando la confianza entre todos y poniéndolos en peligro ante cualquier villano, en este caso el Dr. Destiny (hay una referencia simpática a Sandman con Destiny visitando el mismo diner).
Batman le discute bastante a Superman todos los puntos que va haciendo pero le termina dando la razón y decide que lo mejor para empezar el camino de volver a la confianza en él y entre todos era que tanto él como Superman le revelen su identidad secreta a los otros, cosa que hacen y que lleva a que los demás que tenían identidades secretas también las revelen. No es la primera vez (ni va a ser la última) que se da una escena así en la JLA, lo que hace que el momento no tenga demasiado impacto por el hecho en sí, pero está bien manejado por Waid y fluye bien con todo lo que pasó en Tower of Babel y con la historia que va a seguirle.
Me gusta que Waid haya buscando una continuidad orgánica entre las historias y seguir desarrollos a partir de las consecuencias de lo que pasó antes, en vez de simplemente entregar una colección de arcos argumentales de 4 o 5 números con alguna mega amenaza distinta cada vez, con algún número individual metido en el medio desconectado del resto.
Ese esquema puede funcionar bien también en un comic de acción como la JLA y lo ha hecho (la etapa de Morrison tiene un poco de esto), pero aprecio el hecho de que Waid haya intentado un enfoque un poco distinto, con un hilo conductor más marcado, por más de que los resultados hayan variado en calidad.
La siguiente saga de la Liga tiene un enemigo interesante, el Id, un villano freudiano. Waid toma conceptos de Freud aunque los explica de una manera errónea, diciendo “[Los] Psicólogos hablan de las dos fuerzas que crean al Ego (Yo), o [la] psiquis humana”, y continúa definiendo relativamente bien al Id (Ello) y al Superego (Superyó) en un par de palabras.
El tema es que el Id y el Superego, en conjunción con el Ego-Yo, conforman el aparato psíquico, pero los dos primeros no crean éste último, el Yo ya existe para el momento de la instalación del Superyó con la resolución del complejo de Edipo, el niño no es solamente Id indiferenciado en ese momento, desde las teorías freudianas. Además del detalle de «el Yo, o la psiquis humana», como si fueran sinónimos, cosa también errónea. Por otro lado la frase debería empezar con “Algunos psicólogos” y no implicar que todos lo hacen, lo cual es incorrecto y un escritor se debería informar bien antes de dar información de algo.
Está bien que son detalles y que no es un error realmente grave, además de que es un comic de superhéroes, la JLA, y no un texto académico, pero siempre que se da información de cualquier tipo es mejor darla bien, además de que corregir estos detalles no hubiera modificado la historia que Waid quería contar.
El Id villanístico empieza a cumplir los deseos inconscientes de varias personas eligiéndolas de manera aleatoria, lo que hace que el fuerte deseo de Superman de que ningún miembro de la Liga tenga que llevar una doble identidad haga que los superhéroes se separen de sus alter egos, con la excepción de Wonder Woman y Aquaman que no los tienen.
Al final es Diana la que salva el día, en forma de espíritu al haber sido separada de su cuerpo hecho de barro por los Cathexis, dos seres de la 6ta dimensión que son los creadores de Id y son los verdaderos villanos. Waid define a Diana como el espíritu de la verdad que personifica los principios de su lazo en ella misma, y al tocar a todos los miembros de la Liga los vuelve a hacer uno. Es la primera vez que leo esta definición de WW como “espíritu de la verdad”, lo cual suena un poco como un deus ex machina de Waid para resolver el plot de los héroes separados, pero la verdad lo único que leí de WW son los primeros treintitantos números de la serie regular de George Perez, así que no se si ya era algo establecido de antes.
Terror Incognita es la última saga de Waid, que enfrenta a la Liga con los White Martians, que habían sido despertados accidentalmente por culpa de J’onn cuando pelearon contra el Id (J’onn deseó no estar mas solo y Id desperto a los seres más parecidos a él que hay), aunque pasan meses antes de que la JLA se entera. El plan de los White Martians empieza bastante bien, crean 5 torres (una en cada continente) que le hacen algo a las moléculas de oxígeno que evita que haya combustión, eliminando así a su debilidad, el fuego. Al final los héroes ganan de una manera bastante rebuscada, tendiéndole una trampa a los marcianos en la Luna, la cual es movida por Superman, Wonder Woman y Green Lantern, para acercarla a la atmosfera terrestre, lo cual causa que todos los marcianos se prendan fuego. Se rinden para no morir quemados y esta vez los encierran en la Phantom Zone. Todo el plan de cómo la JLA zafa cuando los meten a ellos en la Phantom Zone gracias a Atom me gusta, tiene sentido, pero lo de mover la Luna entera es un poco demasiado, es el tipo de cosa que le sale mejor a Morrison que a Waid.
Waid ya había hecho un número con un White Martian en un one-off en el medio de la etapa de Morrison, en donde sugería la crítica de que la JLA no se había encargado bien de ellos. Encerrar a un ejército de telépatas con el nivel de poder de Superman dentro de identidades falsas, post lavado de cerebro, definitivamente no era la mejor solución, y acá Waid termina de explotar ese buen punto, aunque la saga no termine siendo la gran cosa.
La etapa de Waid empieza mucho mejor de lo que termina, va bajando el nivel y ya desde la saga de Cathexis-Id que me empieza a aburrir un poco. Waid se despide con un número navideño bastante olvidable en donde Plastic Man le cuenta a un nene una historia sobre como Papa Noel se unió a la JLA.
Así termina la etapa de Waid después de un año y medio de historias en general entretenidas, como Tower of Babel, el nro 50 y partes de Queen of Fables y de la saga del Id, pero que para el final fue decayendo (y las ventas siguieron bastante el mismo camino).
La saga que se suponía era la introducción y punto de partida para grandes cosas con Waid y Hitch, Tower of Babel (dibujada en su mayor parte por Howard Porter despidiéndose de la Liga), termina siendo el punto más alto por lejos, y el esperado dúo termina durando muy poco y aparentemente sufre cortocircuitos bastante rápido por el tono de las historias y el no preocuparse por trabajar para que Hitch se destaque.
Waid tiene bastante suerte con los artistas igual, empezando con Howard Porter (43-45) en buen nivel, más allá de alguna que otra figura que no me convence. Steve Scott (46) cumple pero es uno de los más flojos, sus figuras son muchas veces desproporcionadas, especialmente en los brazos. Bryan Hitch es el que dibuja la mayor cantidad de números en esta etapa, haciendo 8 (aunque no enteros), pero nunca llega a ser el artista regular por demasiado tiempo (Hitch era famoso por ser muy lento, especialmente en esa época). Hitch hace un gran trabajo, tiene muy buenos momentos como es de esperarse, aunque sus números en JLA tampoco son su mejor trabajo, prefiero lo suyo en Authority, por ejemplo. Javier Saltares (mitad del 49) dibuja la mitad de un número con Hitch, y hace un trabajo aceptable, si bien sale perdiendo en la comparación. Phil Jimenez, Ty Templeton, Doug Mahnke y Mark Pajarillo dibujan junto a Hitch el número 50 y todos cumplen bien. Phil Jimenez es un muy buen dibujante, aunque no es uno de mis preferidos, y acá cumple con las páginas que le dan. Templeton está mucho mejor acá que en sus números en la JLA de Giffen, tiene un estilo muy claro y limpio que me gusta bastante. Mahnke es un muy buen dibujante con un estilo distintivo, especialmente en sus caras, que a mi particularmente me gusta bastante. Mark Pajarillo es el más flojo del grupo aunque hace un trabajo decente. Mike S. Miller dibuja cuatro números en total en la etapa de Waid y es una buena sorpresa para mi que no lo conocía, me parece que es un dibujante que se ajusta bastante a la JLA, y sus figuras ligeramente angulosas me gustan, aunque no me convencen todas sus caras (especialmente un par de Superman). Cliff Rathburn dibuja el último número de la etapa de Waid, y se manda un lindo número, con buenos dibujos, me gustan mucho la mayor parte de las expresiones faciales que dibuja que se ve que se le dan bien.
Villanos
Ra’s al Ghul, Queen of Fables, Dr. Destiny, Cathexis-Id, White Martians. Como se ve en la lista, los villanos no son muchos ni tampoco demasiado impresionantes, aunque en general son buenas elecciones. Ra’s al Ghul es un villano de Batman que uno normalmente no se imaginaría enfrentando a la Liga, pero funciona muy bien. Los Cathexis no me parecen la gran cosa, aunque Id me parece una buena idea, mientras que el regreso de los White Martians tampoco me parece la gran cosa.
En el número 51 hay un easter egg que sin duda pasó sin ser notado por ningún lector que no sea argentino, que es la aparición de un personaje completamente secundario que aparece en una sola viñeta que se llama Andy Accorsi, obviamente un homenaje a Andrés Accorsi, conocido para los lectores de las ediciones Perfil ya que se encargaba de la mayoría de las traducciones y también conocido por los lectores de la Comiqueando y quien seguramente invitó a Mark Waid a algún asado en una visita y se ganó la cortesía a base de achuras y buena onda.
Resumiendo, la etapa de Waid al frente de la JLA es en general una lectura entretenida, aunque no lo suficiente como para que lo recomiende mucho. Sin dudas hay bastantes etapas peores de la JLA, como las no tan lejanas en el tiempo de Jurgens, Vado y Jones, pero las hay mejores, como las de Giffen y Morrison, aunque está bastante conectada a ésta última y tiene sus buenos momentos como para que cualquiera que lea la anterior decida comprarla.
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Bonus:
Heaven’s Ladder, novela gráfica de 70+ páginas con dibujos de Bryan Hitch publicada en Octubre del 2000, un par de meses después de que empiece la etapa con Tower of Babel y justo antes de que arranque Hitch junto con Waid (la idea era darle una introducción especial al equipo creativo).
En este especial Waid explora superficialmente motivos religiosos en los héroes, en nuestra cultura y en varias razas aliens conocidas del universo DC, como los Durlanos, los Coluanos, los Khundios, etc. La historia gira en torno a la aparición de la raza más vieja del Universo, que está a punto de morir y tiene que construir su “Cielo” para poder tener un más allá y no extinguirse simplemente, por ese motivo juntan un número bastante importante de planetas con agentes durmientes, los cuales la JLA tiene que proteger de miembros renegados de la raza. Heaven’s Ladder tiene mucha acción y varias escenas bien over-the-top (demasiado exageradas), y no es la gran cosa en cuanto a historia, pero vale la pena desde los dibujos de Bryan Hitch, el cual debe haber tenido el tiempo necesario para terminar esta historia como quería, y se luce en varios momentos.
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