[2001-2004] New X-Men de Grant Morrison

Los X-Men siempre me gustaron, primero gracias al arcade clásico que dejaba usar la formación de los nuevos X-Men de Claremont y Cockrum, y después gracias al juego de Sega X-Men 2 The Clone Wars, al cual le dediqué horas y horas, y nunca logré terminar (y que volví a gastar hace un par de años cuando lo conseguí en un emulador para la PS2, aunque de nuevo me cansé y no lo gané), y no por los comics en sí.

Cuando me decidí a comprar algunos comics de estos mutantes que me caían simpáticos justo compre dos números de la saga Age of Apocalypse, la cual mostraba un futuro alternativo en la que básicamente todo era diferente, cosa que no me enteré hasta varios años después. En su momento yo no entendí que estaba leyendo un evento y pensé que esa era la continuidad normal, y como realmente no entendí nada, no volví a comprar un comic de los X-Men hasta casi una década después, cuando Grant Morrison los empezó a escribir. El nombre de Morrison es suficiente la mayor parte de las veces para que al menos mire con más interés un comic, pero sumado a que el pelado esta vez iba a estar escribiendo sobre esos mutantes de los jueguitos y películas, mis expectativas eran bastante grandes.

Lo primero que hizo Morrison, ayudado por las películas y su estética, fue sacarle los trajes individuales coloridos a los X-Men, y ponerles de nuevo los trajes grupales que le calzan perfecto a los personajes y al concepto. Jack Kirby, al crear la primera versión del grupo, tal vez guiado por Stan Lee en la idea de uniformidad, creo un solo traje que todos usaban (como fue con los Fantastic Four).

En el caso de los X-Men, se suma el hecho de que al ser todos representantes de la misma escuela bajo el liderazgo de Charles Xavier hace que los trajes-uniformes de Morrison y Quitely sean lógicos, además de verse bien. Como era esperable, a la mayoria de los fans de los X-Men no les gusto el cambio y pidieron por la vuelta de los trajes individuales desde que se fueron.

Puede ser que para mi este cambio no haya representado demasiado porque ya estaba acostumbrado, más allá de los juegos y de que me gustan varios de los trajes clásicos de Cockrum, lo primero que leí en comics fue Ultimate X-Men y New X-Men, y ya venía guiado por las películas. Ver a Wolverine vestido de cuero negro no es lo mismo que verlo vestido con un traje amarillo claro y azul con orejitas azules (aunque el traje marrón y naranja es algo más decente).

La etapa de Morrison al frente de los X-Men duró varios años y dejó muy buenas historias, muy buenos momentos, nuevos personajes copados (que no se aprovecharon mucho en lo que seguí leyendo de X-Men por un par de años) y un par de conceptos interesantes, como la idea de las mutaciones secundarias. Estas pueden pasarle a un mutante años después de la primera manifestación de sus habilidades mutantes y Morrison hace que Bestia y Emma Frost pasen por esta segunda mutación, haciendo al primero más parecido a un Rey León azul, con forma animal mucho más marcada, y a la segunda le da la habilidad de convertirse de cuerpo entero en un diamante impenetrable.

Muchas de las cosas que a mi me gustan de la serie, como los trajes unificados y las mutaciones secundarias, son justamente lo que varios odian de esta etapa. Morrison claramente intentó innovar y cambiar bastante el status quo del mundo mutante, y me hubiese gustado que Marvel le hubiese dado vía libre para un poco más, o bien que hayan aprovechado más estas ideas después.

Tampoco es que me parece que la etapa de Morrison sea perfecta, el autor tiene muchas obras mucho mejores, hablando en general y también dentro de lo que hizo con superhéroes (Como All Star Superman o Seven Soldiers, por nombrar solo un par).

La serie decae de a momentos, hay ciertos personajes e historias que me aburrieron, como una buena parte de lo relacionado a Phantomas. El personaje en si me gusta, pero las historias de esta suerte de James Bond mutante aburren un poco. Me gustó la idea de Morrison de hacer que Wolverine en realidad no sea Weapon X (léase equis) sino en realidad Weapon X (léase 10 en números romanos), lo cual significaba que habían habido varios antecesores a Wolverine en el projecto Weapon [inserte número] y un par que le siguieron, como Phantomas y su nave pseudoalien. Pero me estoy adelantando, mejor vuelvo al principio.

La etapa de Morrison empieza con “E for Extinction”, arco argumental con arte de su muchas veces compañero Frank Quitely, que hace un muy buen trabajo aunque se luce más en otras cosas (que hizo o va a hacer, teniendo en cuenta la fecha).

Morrison para muchos prácticamente inventó el género widescreen con su JLA, y lo lleva a sus X-Men, esta vez con un mejor compañero (Porter hace un buen trabajo en esa etapa de la JLA, pero Quitely le pasa el trapo aunque a veces le haga cara de vieja a Jean). Morrison empieza bien arriba presentando a un nuevo villano, Cassandra Nova, una entidad que era la hermana gemela de Charles Xavier, el cual la había asesinado mientras estaban en la panza al sentir instintivamente que era su Némesis (Si si, exactamente, pero Morrison lo hace funcionar a pesar de como suena).

Cassandra sobrevive de alguna manera dentro de la psiquis de Charles y en dos números se las arregla para conseguir el control de un ejército de Centinelas olvidado en Ecuador, que manda a destruir Genosha, la isla que era un paraíso para los mutantes, y así terminan muriendo más de 16 millones de mutantes, entre los cuales aparentemente estaba Magneto, que era quien había creado Genosha. Al final Emma Frost termina matando a Cassandra Nova quebrándole el cuello, aunque en realidad Cassandra había tomado control del cuerpo de Charles haciendo un cambiazo de mentes.

Morrison sigue con los cambios y hace que Xavier-Cassandra revele su condición de mutante al mundo, cosa que siempre había sido mantenida en secreto. Esto causa que la escuela de Xavier se llene de nuevos mutantes, aunque también causa una manifestación constante en la puerta.

La etapa de Morrison en los X-Men empieza con todo, y se mantiene bien arriba casi todo el tiempo, aunque hay historias que terminaron saliendo mejor que otras. E for Extinction, Germ Free Generation y Riot at Xavier’s son algunos de los mejores arcos que leí en comics de los X-Men (aunque reconozco haber leído bastante poco en comparación con todo lo publicado, solamente leí la etapa de Stan Lee, una buena parte de la de Claremont, Ultimate X-Men y esta etapa de Morrison).

Riot at Xavier’s es el que más me gusta, me encanta todo el tono Naranja Mecánica que tiene Quentin Quire y su grupo, además de que la idea de hacer que un grupo de estudiantes en la escuela de Xavier se rebele, arme quilombo y un poco de intenciones de anarquía me parece muy buena, me hace acordar al Morrison de Invisibles sólo que más controlado y en un marco superheroico.

Los U-Men, humanos obsesionados con crear una nueva tercera especie de humanos con implantes mutantes que les dan sus poderes, que roban como sea necesario de sus poseedores originales, es también una idea interesante.

Que exista un grupo así resulta bastante creíble y tienen algunos momentos buenos en la serie, aunque las armas tira-pedazos-de-vidrio que usan son medio raras y no tienen mucho sentido. Da la impresión de que las balas dolerían más, pero bueno será para caracterizarlos con un detalle distintivo más.

La clase especial de Xorn es otra de las cosas destacables, compuesta por varios mutantes marginados por ser demasiado raros hasta para los mutantes, como Beak, un mutante con cabeza de pájaro y pico, Angel (Salvadore, no el rubio fundador de los X-Men lógicamente), con alas de insecto y vómito ácido, Ernst, una adolescente con cara y cuerpo de vieja que tiene superfuerza, Martha Johanssen, un supercerebro con telepatía que flota en una burbuja, Basilisk, un pibe bastante grandote que es todo rosa, con un solo ojo que tira un rayo de varios colores y Dummy, un gas inteligente contenido adentro de un traje especial (aunque este dura poco).

Este grupo de nuevos mutantes me cayó bastante simpático desde el principio y me dio lástima al final cuando pasó lo que era esperable y Xorn se reveló como Magneto y enlistó a su clase especial más un par de agregados como su nueva Brotherhood of Evil Mutants, en donde encima terminó matando a Basilisk por hacer un chiste en el peor momento. Morrison usa bien a los miembros de la clase para contrastar las interacciones de Xorn con ellos, con las que tienen con Magneto, que les pierde la paciencia muy rapido y muestra a la vez el garca que es.

Después de Riot at Xavier’s es en donde para mi la serie empieza a decaer, primero con el arco Murder at the Mansión, y después con Assault on Weapon X y Planet X, para terminar con la que para mi es la peor saga de Morrison en su etapa, Here Comes Tomorrow.

Murder, Assault y Planet tienen todas algunos buenos momentos, como cuando Wolverine mata a Jean para que no sufra más cuando se encontraban atrapados en un asteroide que estaba llegando al sol, y agarra su cuerpo y camina hacia el sol, pero Jean revive como Phoenix y los salva.

No se me ocurre ningún momento en Here Comes Tomorrow que me haya gustado realmente, excepto por el beso entre Scott y Emma al final, que es la última hoja justamente. Los futuros apocalípticos en los X-Men son un clásico desde la recordada Days of Future Past de Claremont/Byrne y Morrison se manda el suyo, pero resulta ser una historia bastante blanda y poco interesante, y los dibujos de Silvestri, dinámicos pero con demasiadas líneas, terminan viéndose bastante desprolijos la mayor parte del tiempo.

Morrison intencionalmente busca a homenajear a la gran etapa clásica de Claremont y Byrne, haciendo diferentes versiones de historias generales que ellos contaron, o bien con elementos y momentos, como sus enfrentamientos y tratamiento de los Sentinels, que aparezca Phoenix y los Shi’ar, un futuro apocalíptico estilo Days of Future Past, etc.

La relación entre Scott y Emma es una de las cosas distintivas de la etapa, o bien el triángulo Emma-Scott-Jean, porque la última nunca desaparece de una forma u otra. Morrison explora una historia de amor distinta, conflictuada desde el principio, con un Scott más que bastante golpeado y en un momento confuso de su vida y una Emma que, a pesar de haber sido villana y bastante hija de puta en varios momentos de su vida, se había reformado (sin llegar a ser tampoco el ser más luminoso y positivo que existe) y amaba genuinamente a Scott. Claro que como cualquiera que conoce a los personajes sabe, éste seguía casado con Jean, relación, amor y matrimonio que había trascendido varias décadas, títulos y continuidades, por lo que Emma la tenía complicada.

Supongo que tal vez varios o la mayoría de los seguidores de los X-Men no comparten mi punto de vista, porque yo casi que quería que terminen juntos. Digo casi porque si bien no soy un fan a muerte de los personajes, y no los sigo desde hace años, tampoco me hubiera convencido del todo que Scott termine dando un vuelco tan grande y abandonando a su gran amor, o bien el que tradicionalmente lo fue en sus historias la mayor parte del tiempo. Tal vez venga de mi veta conservadora y pro intentar arreglar las cosas antes de cambiarlas por algo nuevo cuando algo no funciona. Pero por otro lado mi acercamientoa los comics de los X-Men fue desordenado y ésta etapa fue casi que la primera que agarré, por lo que no conocía a Emma y me gustó mucho como Morrison describió al personaje  y sus sentimientos e intentos de acercamiento a una relación con Scott. Emma claramente era bastante arpía en general y además intencionalmente le echaba leña al fuego para terminar de disolver el matrimonio Jean-Scott y quedarse con él, pero sin embargo me caía simpática, por estar bien hecho y caracterizado y justamente por como Morrison la humaniza haciendo que reconozca sus defectos y se vulnere con Scott, haciendo todo lo que hizo porque realmente lo amaba, cosa que cambia las cosas.

No todo es tan simple, perfecto y ordenado en la vida real, y de hecho supongo que casi nunca lo es al estilo de las fábulas de amor (no digo nunca porque soy un romántico enamorado), y yo comparto la idea de que uno no elige realmente a quién ama, y que si se hace hay que buscarlo y hacer lo que sea posible. Es claro que esto no la redime moralmente a Emma, tampoco las cosas en la vida son tan simples como el «en el amor y en la guerra todo vale». El personaje de Jean en general siempre me gustó también, pero Morrison la escribe un poco demasiado soberbia y autoritaria, y de esa manera ayuda a entender un poco como Scott se va a alejando cada vez más emocionalmente de ella, y acercándose a Emma, con quien puede hablar y comunicarse, con lo importante que es.

Morrison intenta explorar una historia de amor compleja, no muy de comedia romántica hollywoodense, en el medio de los X-Men, mostrando que además de tirar rayos por los ojos y levantar cosas con la mente eran personas que las afectaba la distancia emocional, la falta de apoyo, conexión y comunicación, o bien la búsqueda de compañía, amor y cariño sabiendo que no estaba bien romper un matrimonio, y más, lo cual resulta interesante de leer y ver como se va desenvolviendo, más allá de como uno opine sobre si cada cosa está bien o mal.

Por otro lado Morrison usa los poderes de Emma como un recurso para dar un par de vueltas sobre la idea de si fantasear sobre estar con otra mujer y engañar a la pareja en la mente y los pensamientos es lo mismo que hacerlo físicamente o bien si puede ser bastante equiparado, claro que magnificado en este caso en la historia por el hecho de que Emma le hace tener fantasías completamente vívidas en donde ella y Cyclops básicamente experimentan una realidad personal completamente consciente y con sensaciones completas, haciendo que la diferencia entre pensamientos y realidad sea menos sutil, porque parece tenerla bastante enfrente, y haciendo cosas como vestirse con trajes de Jean y tirándosele encima. Claro que Jean también tiene poderes mentales, y como se puede ver en las imágenes que puse, el tema da para una resolución cargada emocionalmente, o yo al menos ya estaba enganchado.

De esto se desprende el que lo que más me termina gustando de la etapa de Morrison es su trabajo en las caracterizaciones de personajes, como termina haciendo que se sientan bastante reales, cosa difícil de hacer para un grupo con Wolverine, Cyclops, Jean Grey, Emma Frost, Beast, etc, personajes que sufrieron en muchas maneras los 90s y su superacción y poco tiempo para la caracterización o bien espacio para las más naturales y creíbles (con buenas historias en el medio en varios momentos seguramente, remarco de nuevo mi falta de lectura y conocimiento sobre grandes partes de las etapas e historias de los X-Men y sus personajes).

Es justamente en la parte widescreen, en la acción, en lo que Morrison empieza a fallar, en parte porque Bachalo no hace una mezcla alquímica con Morrison tan buena como lo es la colaboración con Quitely, o porque Cassandra Nova resulta más interesante que Magneto volviendo, pero la verdad es que para el final lo más interesante es ver que hacen y como reaccionan personajes como Beak, Angel o las Stepford Cuckoos a todo lo que está pasando. Los personajes de las Stepford Cuckoos me encantan, deben haber desaparecido hoy día y probablemente no tengan poderes después de lo que hizo Scarlet Witch con los mutantes, no tengo ni idea la verdad, pero sería una lástima, son una de las mejores creaciones de Morrison.

El arte en la etapa es un poco inconsistente, por un lado hay números con un arte tremendo de Quitely, como el nro #121, que no tiene diálogo y todo es contado a través del arte; hay otros buenos números de Ethan Van Sciver, Phil Jimenez y John Paul Leon (con tintas de Bill Sienkiewicz), pero también hay arte bastante feo de Igor Kordey, aunque para ser justo, varios números los tuvo que terminar en realmente muy pocos días para cubrir a Quitely que no llegaba (creo que era a Quitely), definitivamente sin tiempo para entregar lo mejor que podía. Kieron Grant hace un número y cumple, Chris Bachalo dibuja el arco Assault on Weapon X y tiene algunos buenos momentos, aunque a mi particularmente no me guste demasiado su estilo. Marc Silvestri es el encargado de la saga final y ya dije lo que me parecía de su arte un par de párrafos atrás, se siente un poco como un viaje al Image de los 90s. Los entintadores son demasiados para nombrar a todos, ya de por si a Silvestri lo entintan cuatro personas diferentes aparentemente, así que esta vez lo voy a saltear.

Al tomar control del mundo mutante Morrison no solamente se enfoca en darle su giro a lo clásico y lo establecido, sino que también intenta plantar algunas ideas interesantes que pueden ser explotadas de muchas maneras distintas por escritores que lo sigan, como el tema de las mutaciones secundarias, que da para mucho, o los U-Men obsesionados por mutilar mutantes para robarles sus poderes, o lo que podrían hacer Xavier y los X-Men desde su nuevo status público, pero por lo que tengo entendido (no leí nada de todo lo que sigue a esta etapa) nada de esto se exploró, y la mayor parte de las cosas que hizo fueron sacadas de continuidad y deshechas, sino es que ya lo fueron todas hoy en día.

Leyendo comentarios de la serie en internet en diversos lugares, creo que la mayoría de los que seguían a los mutantes desde hace años, nunca se terminaron de tragar a Morrison, o al menos la mayoría no lo hizo, y esto debe haber ido empeorando a partir de que la serie empieza a decaer también, lo cual seguramente contribuyó al sentimiento de los editores y de la visión editorial de Marvel en general, que parece nunca haberse terminado de convencer tampoco y por ende probablemente alentaron a que de a poco lo hecho sea deshecho.

Morrison es un escritor que, si bien puede tranquilamente hacer buenas historias con los personajes del universo Marvel, como lo demostró acá y en otros títulos, me parece que pega más con DC y su panteón de héroes arquetípicos con poderes de dioses o al menos logró una relación mucho más exitosa entre sus historias, la recepción de los fans de los personajes en general, la confianza en moverse con y moldear muchas veces la visión editorial y de ahí también el espacio para hacer contribuciones significativas en varios casos.

Morrison empieza mejor de lo que termina su etapa en los X-Men, que tiene muchos momentos buenos, pero otros también bastante olvidables, por lo que mis sentimientos hacia esta etapa son algo ambivalentes. Por un lado es lo mejor que leí de los X-Men, pero por el otro tampoco leí mucho y la etapa promete más de lo que cumple y muchas de las buenas ideas de Morrison se quedan a mitad de camino.

Los New X-Men de Morrison igual me siguen pareciendo comics que vale la pena comprar sin dudas, la primera mitad especialmente, pero que puede no cumplir las expectativas que genera al principio, como me pasó a mi.

Rating: ★★★½☆

Segui Leyendo...