[2001-2004] Punisher v4 – Garth Ennis / Steve Dillon y Varios

 

La primera maxiserie de 12 números de Garth Ennis y Steve Dillon en Punisher vende realmente muy bien, por lo que no sorprende a nadie que un par de meses después de que haya terminado ya salga un nuevo número 1 de Punisher con ellos dos (y también Jimmy Palmiotti en tintas), pero en este caso haciendo una serie regular.

Las portadas de los 37 números de esta serie regular (al igual que los 12 de la maxiserie) son todas de Tim Bradstreet, que se luce como en general hace. El estilo realista de Bradstreet siempre me gustó y me parece un gran portadista, a pesar de que pueda hacer algunas portadas aburridas y estáticas, siempre están bien dibujadas. Si, son más que bastante repetitivas y en general no reflejan demasiado o nada de lo que pasa en el comic, pero se ven realmente muy bien.

La historia empieza poco tiempo después del final de la anterior maxiserie, vemos que la suerte de Soap en realidad no había cambiado demasiado, después de un corto paso como Comisionado de policía vuelve a su antiguo puesto de detective y asignado al caso de Punisher. Llegó a su puesto chantajeando al anterior Comisionado y al Mayor gracias al Punisher, y se va chantajeado por el Mayor que consiguió fotos de él con una trola.

Punisher lo busca a Soap para hacer un trato, para que lo ayude con los recursos de investigación de la policía y a su vez Frank iba a matar a todos los criminales que pueda, teniendo más tiempo para dedicarle específicamente a esto.

El segundo número tiene uno de los mejores momentos de la serie, que es cuando Spider-Man aparece para meterse en la pelea de Punisher con el Ruso. Castle le había cortado la cabeza al Ruso en la maxiserie anterior, pero resulta que un grupo de terroristas o militares bizarros encuentra la cabeza y el cuerpo y lo reviven, después de modificarlo un poco genéticamente y de agregarle algunas cosas de cyborg. Todas las cirugías y nuevos órganos requieren que le metan banda de hormonas para que su cuerpo acepte las nuevas partes, lo cual tiene el efecto de secundario de hacerle crecer unas tetas enormes, que es mas o menos lo único que le faltaba a este personaje ya de por si bastante bizarro.

El Ruso caga a palos bastante rápido a un Punisher sorprendido y lo tira desde el Empire State. Acá es obviamente donde aparece Spider-Man, que lo salva pensando que era un suicida. Spider-Man termina peleando con el Ruso y no le va muy bien, pero, en una secuencia que va directo al post de mejores momentos, Punisher usa el cuerpo de un Spider-Man desmayado para ganarle al Ruso una vez más, que sin embargo esta vez termina escapándose vivo, aunque bastante hecho mierda.

A esto le siguen varios números en los que Punisher toma una actitud proactiva y va a la isla donde esta estacionado este grupo de terroristas de alto perfil, liderados por un ex general yanki que tiene al presidente y al gobierno agarrado de las bolas por la cantidad de secretos que conoce. En la isla hay mas o menos dos mil mercenarios ex soldados de todo tipo y varias nacionalidades, además del ruso, pero obviamente Punisher va sin ningún problema.

Esta historia me aburre un poco en algunos momentos, pero tiene muy buena acción y un par de buenas muertes, en general logra entretener. El final con el Ruso cayendo desde un avión atado con una cadena a una bomba atómica que va a caer sobre la isla es uno de los mejores momentos, igual que el homenaje a First Blood (Rambo 1), con Punisher haciendo varias trampas en la selva cuando lo descubren y lo empiezan a cazar.

El número sobre el ex combatiente de Vietnam que salvó a Frank en la guerra no me convence demasiado. No me parece un mal número, pero si bastante intrascendente. Supongo que la idea de Ennis es que la historia de este ex compañero de Frank que mató a su ex esposa e hijos cuando perdió la tenencia de ellos cause tristeza o conmueva, pero al menos a mi no me mueve demasiado, todo pasa demasiado rápido como para que me llegue a importar. No es fácil lograr hacerlo en veintitantas páginas y no es algo que le sale acá.

El número 7 de la serie es parte de un mes temático de Marvel en el que varios números (o por ahí todos, no me acuerdo bien) de las series regulares salen sin diálogo, solo con imágenes. Ennis no tiene créditos en este número ni esta en la tapa, siendo Dillon y Palmiotti los únicos que aparecen. El número está bien hecho, Dillon se luce bastante y el plot se sigue y se entiende perfectamente. A esto lo ayuda también el hecho de que es una historia simple y bien estándar de Punisher (Punisher mata mafiosos, jefe se escapa pero al final también muere) pero hubiese sido al pedo que intente hacer más complejo el tema si después tal vez no se iba a entender de manera tan directa. La narrativa de Dillon es muy fluida, aunque no sea demasiado dinámica la mayor parte de las imágenes estáticas están muy buenas, son muy buenos dibujos.

Los siguientes números tienen dos grupos de artistas invitados que les dan un respiro a Ennis y Dillon. Ron Zimmerman escribe un número bastante distinto a lo que nos tiene acostumbrados Ennis. La historia trata sobre Punisher teniendo la idea de volver al pasado a matar a Al Capone para frenar el ciclo de muertes relacionadas a la mafia y toda la violencia en su origen. Busca a Nick Fury, que acepta ayudarlo y lo lleva con Reed Richards de los Fantastic Four, que acababa de hacer una máquina del tiempo.

El concepto y como está ejecutado es un poco… ingenuo, simple, como un comic de principios de los ochenta o de la Silver Age (en inglés la expresión sería cheesy), pero igual la historia me parece bastante zafable, con final cliché (todo era un sueño) y todo. Los dibujos son de Mike Lilly (Nightwing, Detective Comics, Green Lantern), que hace un muy buen trabajo en este número, con muy buenas páginas. Tiene un estilo de dibujo diferente al de Dillon + Palmiotti, más sucio, con más líneas, más áspero también, que queda muy bien.

A esto le siguen tres números escritos por Tom Peyer, con arte por el argentino Manuel Gutierrez (Daredevil, Batman, El Ojo Blindado). La historia entretiene, aunque no es la gran cosa, se acerca un poco demasiado a lo delirante con personajes un poco ridículos, como el zar mafioso de los taxis que empieza una guerra de taxistas ayudado por su mecánico con una mano pinza de metal que le pone armaduras y armas a los taxis. Los dibujos de Gutierrez son muy buenos de a momentos, aunque algunas caras son inconsistentes de una viñeta a otra, pero cumple muy bien. Un detalle de estos números es que Peyer, a diferencia de Zimmerman, si se metió en la historia de Punisher (ni idea si Ennis le habrá tirado la onda o no) al avanzar un poco la historia de Soap haciendo que se coja a la hija de su novia actual sin saber que lo era (no lo mencioné antes pero aparentemente la novia actual de Soap es en realidad su vieja que lo abandonó hace quince años, pero esto es obra de Ennis obviamente, no de Peyer).

Después de este interludio Ennis vuelve con Dillon y una historia sobre Punisher yendo a rescatar a un jefe de la mafia que fue secuestrado por un grupo ex FARC que es bastante olvidable excepto por el momento del final y toda la parte de Soap que se pone muy en pedo y termina en la cama con un negro gigante que se lo coge, y después resulta ser un asesino serial. Este tipo de situaciones son más que bastante recurrentes en Ennis y por eso es que para mi ya se me pasó bastante el impacto que me puedan llegar a causar o no. Para el que no conozca algo de su obra, Ennis siempre o casi siempre elige un personaje al cual humillar repetidamente, como Stark en Preacher, Hacken en Hitman, Soap acá en Punisher, etc. De hecho en general son más de uno por serie, pero tampoco me voy a poner a enumerarlos, son varios.

Ennis se junta con Darick Robertson después por un par de números, primero con una historia unitaria sobre un periodista que amenaza a Punisher con matar a Soap si no lo deja acompañarlo esposado en una noche típica suya. Como era de esperarse el periodista no termina para nada bien, y a Soap lo salva Punisher. El número es bastante olvidable, no es malo, pero aburre un poco.

En el número 16 empiezan a aparecer un personajes invitados, en este caso Wolverine, que comparte con Punisher una saguita de un par de números en los que pelean entre sí y contra un ejército de enanos liderados por un mafioso enano que se escapó de su familia por las constantes burlas.

En estos números hay algunos de los peores momentos de diálogo que le vi a Ennis en Punisher, en general todos de Wolverine, cosas como “Come git yer kicks on Route Snikty-Snikt!”. Más que ridículo a propósito, que tal vez era la idea, parece como si Ennis no estuviera poniendole mucha onda, la frase es demasiado boluda hasta para Wolverine. Básicamente Ennis escribe a Wolverine de la manera más acartonada posible, y no se olvida de usar casi todas las catchphrases del personaje repetidas hasta el hartazgo. Es divertida la manera en la que Punisher se encarga de que Wolverine no lo haga mierda al final, pero no demasiado tampoco, estos dos números también son bastante olvidables. Los dibujos de Robertson en estos números son otro tema y me gustan bastante, hace un gran trabajo, y me gusta como dibuja a los personajes.

Ennis manda a Punisher a Belfast en el número 18, cosa que hizo con varios de sus personajes también. Siendo Irlandés, es bastante lógico que haga historias en su tierra cada tanto, y no me parece algo malo de por sí. Si me intento ver a mi escribiendo comics mainstream, supongo que encontraría la manera de cada tanto hacer algunas ambientadas en Buenos Aires. El problema que tengo es que Ennis puede parecer un tanto preachy en estos números, haciendo un poco de comentario político, pero igual no puedo hablar demasiado sobre lo que dice porque desconozco en detalle la situación política en la zona. El número no es malo, pero tampoco es memorable. Steve Dillon vuelve en este número y sigue con un nivel consistentemente bueno, como tiene en todo lo que le vi en Punisher.

En el número 19 vuelve a aparecer Joan, de la primera maxiserie, viviendo sola en el campo como era su deseo, en una casa apartada con un estanque con patos blancos. Frank se le aparece con dos balazos y se cae desmayado en su estanque. Este número no es malo, aunque de nuevo no es la gran cosa, pero cae bien la referencia a su primera miniserie. Joan le ofrece a Frank dejar todo el tema del “punishing” y quedarse con ella, lo cual obviamente no pasa. Frank mata a todos los que lo van a buscar, le arregla la casa y se va a seguir con lo suyo.

A esto le sigue una historia de tres números sobre dos policías que son compañeros desde hace años. Uno de los dos está metido en varias cosas turbias y el otro caga a palos a su esposa, así que ninguno de los dos es ningún ejemplo, pero Punisher está fuera de su elemento porque son dos policías, los cuales nunca mata por código, así que no sabe bien como manejarse. Al final los dos terminan muriendo enfrentándose con unos mafiosos que querían bajar al policía que se había metido en quilombos por sus temas turbios, Punisher los ayuda un poco pero en general más que nada observa, la historia está centrada en los dos policías. Los números entretienen, pero no pasa demasiado, como ya se puede ver que es una costumbre desde hace varios números.  Acá me empecé a preocupar por si no sería que Ennis ya había, para este punto, tirado toda la bondiolita al fuego y solo le quedasen chinchulines. No termina siendo así al final, pero si ya hay altibajos constantemente.

En el nro 23 Ennis justamente levanta el nivel con un número bastante raro que termina con un momento ya característico de Ennis, que es que haga que alguno de los que trata de matar a Punisher muera por un animal. El número trata sobre un mafioso que sobrevive un ataque del Punisher a sus amigos y él, el cual es después acosado por los fantasmas (o alucinaciones, que cada uno lo vea como quiera, aunque el final da a entender que son fantasmas) de sus amigos, que le reclaman haber escapado. Lo enferman bastante al pibe así que decide bajar al Punisher para que se callen, y casi lo logra. Una nota en el medio, este pibe era un fanático de los calamares gigantes que viven en el mar pero que rara vez se dejan ver, y se la pasaba buceando por donde pudiese en Nueva York buscando uno, cosa que hacía que todos lo gasten con bastante razón. El animal que lo mata y se lo morfa termina siendo más que obviamente un calamar gigante, pero todo el momento y los pensamientos del Punisher hacen que sea un buen momento, más allá de que se viese venir.

Los siguientes tres números tienen arte de Tom Mandrake, que tiene un estilo que se ajusta bastante a la historia, y me gusta como dibuja a Punisher. Si bien puede ser un poco rígido a veces, me parece un muy buen dibujante. La historia es medio bizarra, Punisher y una asistenta social que terminan juntos en unos túneles que conectan con el subte se enfrentan a un ejercito de homeless que defienden a un pibe muy trastornado mentalmente que les paga por traerle cuerpos de los vagabundos más débiles. El pibe apila los cuerpos y los deja pudrirse y chorrear y el se pone debajo de toda la pila gigante en diferentes puntos, bañándose y chupando los fluidos que caen mientras está en bolas. Resulta que el pibe tenía una mamá realmente muy gorda que muere cuando él es muy chico y se le cae arriba de él, dejándolo atrapado y sin poder salir por no poder mover el cuerpo de la vieja. Pasan dos semanas hasta que alguien nota el olor y mientras el pibe sobrevive comiendo partes de su vieja y chupando sangre. Esta es una experiencia que supongo traumatizaría bastante a cualquiera, pero sigue siendo medio bizarro todo, demasiado exagerado.

El siguiente personaje invitado es Elektra, que aparece un número y le caga constantemente toda la gente que iba a matar a Frank, llegando siempre antes y bajando a todos, hasta que se terminan encontrando cara a cara y resulta ser que estaba aburrida y decidió ponerse a molestarlo básicamente. El número termina con Punisher invitándola a cenar, claramente impresionado, pero nunca nos enteramos que terminó contestando. El número es divertido, entretiene.

En el 28 empieza una saguita de cuatro números con arte de Cam Kennedy (2000AD, Lobo, Batman) ambientada en un pueblito bastante muerto en el desierto con sólo dos policías y una banda de vendedores de armas robadas del ejército con mucha gente y un pseudo fuerte en una colina. La historia tiene bastantes elementos similares al del anual de Hitman con Ennis y Carlos Ezquerra, salvando detalles como que el sheriff acá sea gay, la líder de la banda de vendedores de armas es mujer y que tiene un poco menos de tono western, pero sacando eso es bastante similar. Los números no son malos, pero aburren un poco y en general son bastante olvidables. El arte de Cam Kennedy acá es demasiado desprolijo, no me gusta demasiado.

En el número 32 vuelve Steve Dillon, de nuevo en gran nivel, y Ennis hace un número entero con Soap como protagonista, en donde le cuenta su historia de vida a un desconocido en el bar fuera de cámara, poniéndose cada vez más en pedo. Kevin, el barman, lo trata a Soap muy bien, regalándole tragos, como siempre hace cada vez que Soap va a terminar haciendo algo con lo que después se va a cagar de la risa, por lo que el final en el que la pareja de Soap con la que claramente va a terminar la noche resulta ser un traba, es bastante obvio. La historia de vida de Soap es como cualquiera se espera, llena de un momento de mierda tras otro, son Soap siempre cayendo mal parado. Punisher aparece un momento en el que Soap lo sigue porque quiere verlo en acción para enfrentar de frente el hecho de que lo ayuda a hacer lo que hace y termina con la sangre de un tipo en la cara. El número esta bastante bien, tiene buenos momentos.

La saga final, “A Confederacy of Dunces” (“La Conjura de los Necios”, novela de John Kennedy Toole que ganó un Pulitzer, que me encantó), tiene varios invitados, Spider-Man, Daredevil, Wolverine, Hulk, y hasta aparece Spacker Dave, haciendo que Mr. Bumpo sea el único de sus vecinos de la primera maxiserie que no aparece en esta serie regular.

El arte en estos números es de John McCrea, su compañero de Hitman, que tiene muy buenos momentos en los primeros números, pero los últimos números tienen un arte muy desprolijo, casi que parece hecho apurado.

Daredevil, SpiderMan y Wolverine, teniendo los tres motivos para cazar a Punisher, se juntan para hacer justamente eso, para agarrarlo y llevarlo a la justicia. Casi lo agarran pero en el medio aparece Spacker Dave y Punisher puede aprovechar para hacer calentar a Wolverine, causar caos y escaparse y después arma todo un plan con el Hulk alrededor para zafar definitivamente. La mafia había drogado y cagado a palos a Banner después de descubrir accidentalmente que era Hulk, y en el proceso Banner pierde la memoria, por lo que Frank puede mantenerlo tranquilo hasta el momento en el que lo usa.

Hulk hace bastante quilombo y caga a palos a los tres héroes, Punisher lo frena explotando la c4 que le estuvo haciendo comer adentro de un guiso, lo que causa que Hulk vuelva a Banner del dolor. El diálogo del final con Daredevil esta bueno, y tiene bastante sentido. Punisher le dice a Daredevil que lo que hacen no tiene sentido porque si lo meten en cana va a seguir matando a cada uno que se le cruce en cada momento que pueda, por lo que la única manera de frenarlo realmente es matándolo, y que eso no lo iban a hacer, así que era mejor para todos que se olviden y cada uno siga en lo suyo. Si lo metiesen en cana lógicamente mataría mucha menos gente, pero igual tiene algo de sentido, y Daredevil se convence y lo dejan tranquilo. Al final de todo esto aparece Soap, decidido a cambiar su vida de mierda y a meter en cana al Punisher, cosa que obviamente no pasa, y Punisher le dice que si no le gusta su vida que simplemente se vaya (lo mismo que le dijo a Joan, se ve que le gusta ese consejo).

El epilógo muestra a Punisher haciendo lo mismo de siempre, haciendo un homenaje a como empezó su vuelta a Nueva York hace cuatro años (en el primer número de la maxiserie de Ennis), tirando a un mafioso atado desde la cima del Empire State. Soap abandona la policía y se convierte en una estrella porno y Spacker Dave termina cuadripléjico después de meterse en el quilombo con Hulk.

Así termina la etapa de Ennis con Punisher en Marvel Knights, pero no termina con Punisher todavía, siguiendo con una nueva serie en MAX (el imprint de Marvel para sus historias mas duras, con menos restricciones, en donde puede llegar más lejos) un mes después del final de esta serie.

El arte en general de la serie mantiene muy buen nivel, exceptuando los números de Cam Kennedy que no me gustan mucho. Dillon es el que más se luce, con tintas de Palmiotti o entintándose a sí mismo, pero Tom Mandrake, Darick Robertson, Manuel Gutierrez, John McCrea y Mike Lilly cumplen bien en los números que le tocan.

Esta serie regular tiene sus buenos momentos, pero en general es bastante inferior a su primera maxiserie, que es consistentemente mejor. Acá Ennis tiene demasiados altibajos, y también demasiados momentos bajos, aunque empieza muy bien y hay buenos números e historias. También puede que en mi opinión influya el hecho de que Punisher me haya empezado a aburrir después de tantos números de lo mismo. Esto es culpa de Ennis en parte pero también del personaje, que da para buenos momentos de acción y humor, y algo de comentario sobre lo que hace y la gente que caza, pero que es bastante limitado y no da para demasiado más, aunque algunos autores después se hayan puesto bastante creativos, aunque no se si para bien o no, porque no leí cosas como el Franken-Castle.

No cambies nunca Frank

Rating: ★★★☆☆

Segui Leyendo...