Teenage Mutant Ninja Turtles – The Ultimate Collection v1 – [1984-1986] TMNT v1 01-07 + Raphael Micro-Series 1

De chico, como la gran mayoría de chicos de mi generación y cercanas, tuve un tiempo una fascinación con las Tortugas Ninja, que es como se conoció acá en Argentina a las Teenage Mutant Ninja Turtles.

Obviamente acá se hicieron conocidas gracias a los dibujitos y a que tenían muy buenos juguetes y merchandising por todos lados, y después también por las películas (hasta llegaron a tener dedicadas una de las primeras pornos argentinas, con las Tortugas Pinjas).

Cuando salían los dibujos yo recién empezaba a leer comics, o estaba muy cerca de hacerlo, de hecho uno de mis primeros comics, regalado por mi viejo, fue justamente uno de las tortugas ninja en inglés que no podía leer solo porque no lo entendía.

Como buen fanático del cartoon, tenía muchos muñecos (que mi vieja, asesina de los objetos de mi infancia, en un momento me hizo desaparecer y los regaló), vasos y demases cosas de las Tortugas, y también vi las películas con actores que se empezaron a hacer en los 90s ni bien salieron (en total fueron 4 según imdb, aunque no me acuerdo de haber visto tantas, seguramente no las vi a todas), pero por algún motivo no me compre nunca ningún juego para la SEGA o le dediqué mucho tiempo en los arcades.

Como pasa con muchas cosas que le gustan a uno cuando es chico, de a poco me fui olvidando de las Tortugas, seguramente reemplazándolas muy rápido con Batman, Flash, Superman, la JLA, y demases cosas del Universo DC que empecé a descubrir poco después.

Teniendo en cuenta que no tenía a mano comics de las Tortugas cuando empecé a comprar las ediciones Perfil, deje de tener acceso a los personajes y ya cuando empecé a comprar comics en inglés apenas compré unos pocos de la serie de Archie basada en el cartoon, Teenage Mutant Ninja Adventures, pero perdí el interés bastante rápido.

Mucho tiempo después descubrí que las tortugas originalmente estaban basadas en un comic más viejo y fue entonces que, más que nada por nostalgia de recuerdos felices de la infancia, me compré por Amazon el Teenage Mutant Ninja Turtles: The Ultimate Collection Volume 1, que reedita los primeros 7 números de la serie original (más un especial de Raphael) de Kevin Eastman y Peter Laird, originalmente publicada por Mirage Studios, fundada por ellos mismos (esta colección la edita IDW).

Empiezan a publicar en 1984, y salvando un par de años y bastantes volúmenes diferentes, en distintas editoriales, nunca dejaron de publicarse hasta el día de hoy, que hay una serie regular publicada por IDW.

Leer el comic es una experiencia distinta de lo que fue mirar los dibujos animados en su momento, como es lógico porque era más que bastante niño ahí y ahora soy un boludón de 27 años que tiene una página en la que escribe de cosas como las Tortugas Ninja con una semblanza de seriedad (y feliz de hacerlo), pero el concepto de unas tortugas mutantes con nombres de pintores renacentistas (Leonardo, Raphael, Michelangelo, Donatello), que además son ninjas gracias al entrenamiento de su sensei rata ninja, me sigue cayendo simpático hasta hoy.

No hay duda de que las Tortugas lograron ser algo tan conocido y famoso para el público en general por todos los otros productos afuera de los comics originales, pero esto se dio también por la creciente popularidad de este comic de Eastman y Laird, que pronto tuvo un título hermano (Tales of the Teenage Mutant Ninja Turtles) y especiales. Con el tiempo se publicaron varios volúmenes más de los comics, uno por Image inclusive, pero la popularidad fue bajando poco a poco, como es natural, siendo reemplazado por otras cosas.

Cada tanto se los revive tanto en los comics como en otros medios, series animadas y también inclusive aparentemente ahora con una película dirigida por Michael Bay, a la que no le tengo mucha fe, porque justamente, es Michael Bay, y porque aparentemente ya avisó que las tortugas van a ser aliens, en vez de tortugas mutadas, lo cual debe ser solamente el principio de varias malas elecciones.

Volviendo a esta colección de comics, estoy seguro de que mi experiencia sería bastante diferente si no conociera nada de las Tortugas y lo estuviera leyendo al salir en 1984, en un ambiente de comics bastante distinto al de hoy en día, pero también se me hubiera complicado bastante al estar a punto de nacer en ese momento. Leerlo hoy en día con todo el trasfondo que ya mencioné, hace que no lo disfrute tanto y le vea algunas limitaciones en arte, historia, y cosas del estilo.

Sigue siendo un tremendo esfuerzo independiente de dos amigos que vivían juntos y decidieron publicar un comic en donde homenajeaban y satirizaban a Jack Kirby y Frank Miller, y lo logran hacer gracias al aporte monetario de un tío de Kevin Eastman. No estaban ni seguros de si iban a publicar un segundo número y terminaron siendo multi millonarios gracias a sus Tortugas, las cuales les cambiaron la vida.

El primer número que escriben resulta ser un número bastante fuerte, con una buena historia y personajes que resultan interesantes, y es gracias a eso que fueron un éxito instantáneo dentro del submundo de comics independientes primero, antes de toda su fama posterior.

El número cuenta la historia de origen de las tortugas, que ya fue contada de varias maneras en los diferentes medios, siempre con algún que otro cambio. En la versión original Splinter era la rata de Hamato Yoshi, que ya de por si era bastante inteligente y aprendió ninjitsu por si sola imitando los movimientos de su maestro que practicaba, y el mutagen después la hizo crecer y ser más inteligente, junto con lo que le pasa a las tortugas, siendo toda la secuencia de la rotura del frasco y de la pecera donde estaban básicamente igual a las otras encarnaciones del cartoon y la película original. Shredder es acá el asesino de Hamato Yoshi y es por eso que Splinter les encarga a las tortugas que lo busquen y maten, para vengar a su maestro muerto.

Es por detalles como este, además del hecho de que hay bastante sangre y varios muertos entre los miembros del foot clan de Shredder, que el cómic original de Eastman y Laird es considerado bastante más oscuro que el cartoon que los hizo famosos, en donde los miembros del foot son siempre robots para que Leonardo y Raphael no corten y maten personas. En el primer número cazan, enfrentan y al final matan a Shredder, siendo Leonardo el que lo atraviesa con una espada y una granada desviada por Donatello la que termina el trabajo.

El hecho de que Shredder aparezca y muera en el primer número es algo que siempre le reclamaron a Eastman y Laird, al ser un villano memorable de las tortugas, que es mantenido vivo en la serie para tenerlo de antagonista principal por mucho tiempo. Su explicación es que justamente, como no sabían si iban a escribir un segundo número, y de hecho estaban bastante seguros de que no lo iban a poder hacer, decidieron hacer una historia auto-conclusiva, completa, en donde el villano muere al final.

Con el correr de los números se nota como Laird y Eastman se van acomodando en el Universo que van creando, y se ponen más cómodos con los personajes, además de ir mejorando en el arte con cada número.

April O’Neil aparece recién en el 2do número, con la diferencia de que en vez de ser la reportera/periodista que todos conocemos gracias al cartoon y películas, acá es la asistente de Baxter Stockman, el científico que inventa los Mousers, los robots diseñados para matar ratas. April aporta sus conocimientos de computadoras para programar los Mousers, que seguramente también le van a resultar conocidos a la mayoría ya que es una de las primeras historias del cartoon, con algunas modificaciones, como el hecho de que Baxter Stockman ahí sea blanco y trabaje para Shredder.

Después de eso empieza un plot en donde aparecen varias razas de aliens, primero una raza de Krangs, con la diferencia de que son varios, cada uno metido adentro de un cuerpo que parece humano, y no son exactamente malignos tampoco, aunque se lleven a Splinter al encontrarlo desvanecido después de su encuentro con los Mousers. Usan la empresa inventada TCRI como fachada, teniendo su edificio en la ciudad, y cuando lo ven las tortugas lo reconocen inmediatamente al ser TCRI lo único que decía el tubo con la sustancia que los hizo mutar a todos.

Las tortugas lógicamente se ven obligadas a investigar el edificio para ver si podían aprender algo de su origen, abandonando la búsqueda de Splinter sin saber que al mismo tiempo estaban acercándose, y se encuentran con que el edificio por dentro tiene un diseño muy extraño, con pisos en ubicaciones que no tienen sentido, pisos que son solamente pasillos vacios, escaleras en espiral con vacío alrededor y sin baranda, y cosas del estilo.

Los aliens buscan volver a su planeta, estando varados en la Tierra, y están casi listos para hacerlo, pero las tortugas, peleando contra ellos al no creer que no les iban a hacer daño, activan el mecanismo de teleportación que estaba recién terminado, y se ven transportados a otro planeta.

Ahí se encuentran con un aliado robot, Fugitoid, en realidad un humano que tiene su consciencia accidentalmente transplantada a un robot, que estaba por tener su número 1 publicado por Mirage, siendo un nuevo proyecto de Eastman y Laird, que no debe haber tenido mucho éxito al no pasar de ese único número por más que le hagan un chivo en su comic popular (es entendible, Fugitoid era un personaje con pinta de olvidable).

Acá aparece también una nueva raza de aliens, los Triceratons, una suerte de Triceratops humanoides bastante violentos que conquistan mundos y hacen pelear a las tortugas en una suerte de Arena, estilo gladiadores.

Las tortugas son teletransportadas de nuevo a la Tierra por los aliens estilo Krang, pero con ellos se traen varios Triceratons, por lo que le sigue más pelea. Los aliens reúnen a las tortugas con Splinter, al cual estaban curando y no tenían secuestrado, y les cuentan su historia, que estaban varados en la Tierra desde hace un par de décadas y que desde ese entonces trabajaban para volver a su planeta, en el medio accidentalmente causando las mutaciones de Splinter y cuatro tortugas marinas normales cuando se les cae de un camión un tubo de mutagen. Al final, como era esperable, logran volver a su planeta antes de que el ejército termine de meterse en el edificio de TCRI.

Está última historia es un poco más floja que lo anterior, pero tiene igual varios momentos buenos de acción, y buen arte.

El especial de Raphael cuenta con la primera aparición de Casey Jones, personaje bastante conocido gracias a la película, en donde Elias Koteas (de nombre no es muy ubicable, pero con ver una foto ya se lo reconoce) lo interpreta muy bien, además de reproducir ahí bastante fielmente su primer encuentro con Raphael. Casey Jones es un tipo normal, de entrenamiento desconocido, que una noche decide que está cansado de tanto crimen, se calza una máscara de hockey, agarra una bolsa con bates, palos de golf, cricket, hockey, etc y sale a combatir el crimen.

Al encontrarse, Raphael nota que Casey es un poco demasiado violento y extremo con cualquier criminal de cualquier tipo, queriendo quebrarle todos los huesos a un tipo que se robaba un estéreo de un auto, por ejemplo, por lo cual empiezan a pelear entre ellos desde el principio. Las peleas entre los dos ocupan casi todo el número pero también tienen varios buenos momentos y al final, como era de esperarse, terminan siendo aliados.

Leonardo leyendo Dune

Así es como Eastman y Laird, dos pibes de veintitantos años con la guita bastante justa crean una franquicia multi-millonaria, y esto gracias a crear personajes bastante entrañables, que caen simpáticos, como me pasó a mí de chico, al igual que a básicamente todos los nenes (no lo mismo con las nenas, entre las cuales goza y gozaba de una casi nula popularidad en su mayor parte).

El comic tiene algunas buenas historias, buenas caracterizaciones de los personajes principales (no tanto April en estos números al menos), aunque flaquee un poco en la última saga con Fugitoid y los aliens.

Teniendo en cuenta que mientras termino de escribir esta reseña casi que no puedo dejar de escuchar la canción del opening del cartoon (claramente escuchada miles de veces en mi infancia, refrescada por haber visto un par de capítulos como referencia), es claro que le tengo cariño nostálgico a los personajes, así que le recomiendo comprar esta muy linda edición de IDW a cualquiera que le pase lo mismo que yo, ya que acá es donde empieza todo.

Rating: ★★★☆☆

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