[1993-1994] Scarab

Publicada por Vertigo entre Noviembre de 1993 y Junio de 1994.

Escrita por John Smith (Hellblazer #51, 2000AD) y dibujada por Scot Eaton (Dr Fate, Black Panther).

De la mano del bastante desconocido John Smith, que después de Scarab no publica nada más al menos en Estados Unidos (según comicbookdb), llega una de las peores cosas que leí de Vertigo. También fue una de las primeras cosas publicadas por el sello, que se ve que todavía no tenía estándares de calidad muy altos, o tal vez no tenía muchas cosas para elegir.

Para todas las reseñas que escribo releo la historia original pero en este caso era más necesario que en otros, al ser una de las cosas más olvidables que leí. Es más, Scarab la debo haber leído 3 o 4 veces ya, entre las veces que la leí desde que me la compré hasta las veces que lo hice para escribir esta reseña, pero no me acordaba absolutamente nada, excepto el hecho de que me había parecido muy mala, que es lo mismo que me pasa ahora, al releer mi reseña de ese momento para republicarla en mi flamante website definitivo (originalmente la publiqué en mi blog de poca vida sobre obras de Vertigo).

Es una de esas historias que te hace ponerte a pensar en la cantidad de papel usado en publicar esto, que teniendo en cuenta que un sello como Vertigo publica seguramente varios miles de copias de sus comics, es realmente mucho papel. Por más que en el caso de una miniserie así y por ser sus inicios seguramente la tirada fue menor, no entiendo como le dieron ocho números a John Smith después de que editorial lea los primeros, haciendo que varios árboles mueran para que una historia malísima pueda ser contada. Por ahí estoy exagerando un poco, pero casi que te hace pensar más en los árboles, si.

Las portadas son de Glenn Fabry y Tony Luke, lo cual suena bien pero, bien a tono con el resto, las portadas de Fabry no son la gran cosa y la única que puedo decir que me gustó, hasta ahí, es la del número 7.

Resumiéndolo ya desde el principio para que quede claro, lo único bueno que tiene Scarab es que de a ratos resulta graciosa desde lo mala, teniendo algunos momentos que te hacen sonreír de lo malos, cliché y/o rebuscados que son.

La descripción de la Vertigo Encyclopedia, que tiene la obligación de al menos intentar hacerla sonar interesante es: “A forgotten forties super hero gets lost in present-day horror. As the heroic Scarab, Louis Sendak fought alongside Dr. Fate, punching out villains in gaudy costumes. A green door leading to the otherworldly Labyrinth, with pathways to nowhere and everywhere, gave him the magical Scarabaeus, but took away his beloved wife Eleanor. She wanders through other worlds for half a century, forever young, while her husband abandons his identity as the Scarab to grow old and bitter. Louis has his youth and his Eleanor restored to him, but her soul still wanders. Donning the mantle of the Scarab once more, Louis fights mystical threats, albino Russian psychics, and dying fertility gods while searching for Eleanor’s spirit behind the green door.”

Para el que no domina el inglés, esto se traduce más o menos en lo siguiente: “Un olvidado superhéroe de los 40s se pierde en el horror del presente. Louis Sendak peleó junto al Dr. Fate como el heroico Scarab, pegándole a villanos con trajes chillones. Una puerta verde que lleva al Laberinto, un reino de otro mundo con caminos que llevan a ningún lado y a todos lados, le dio el Scarabaeus mágico, pero se llevó a su amada esposa Eleanor. Ella vaga por otros mundos por medio siglo, siempre joven, mientras su esposo abandona su identidad de Scarab para volverse viejo, amargo y resentido. A Louis se le devuelve su juventud y su Eleanor, pero el alma de ella todavía vaga por otros mundos. Volviéndose a poner el traje del Scarab una vez más, Louis pelea contra amenazas místicas, psíquicos rusos albinos y dioses de la fertilidad moribundos mientras busca el espíritu de Eleanor tras la puerta verde.”

El comentario puede dejar la impresión de que este es un relanzamiento de un personaje olvidado de los cuarentas, pero Scarab en realidad fue creado por John Smith y Scot Eaton para la serie. El personaje no fue usado nunca más en Vertigo y fue agregado después a la continuidad DC al aparecer en cuatro números de JSA. No me acuerdo de que pasaba en esos números, pero tampoco me acuerdo de Scarab ahí, así que no debe haber tenido un papel muy significativo. Volviendo al concepto, sí, es como General Glory pero sacándole toda la onda.

La descripción logra su cometido y no deja claro ya desde ahí lo mala que es Scarab, pero no logra tampoco hacerla sonar muy interesante. Uno se espera una historia de amor telenovelesca con elementos supuestamente “místicos” y cosas bastante delirantes (psíquicos rusos albinos?).

En el primer número, “All roads lead to the minotaur”, vemos en el prólogo a un aparente oriental con alambre de púa como corona y algo raro en la cabeza, que mata a una vieja y le chorea algo.

Cymbal crash of Rage? Ohm Building? La respuesta es: AND THE KILLER’S NOT THERE ANYMORE

De ahí pasamos a conocer a Louis Sendak, el protagonista de la serie, con 75 años y bastante amargado, sentado en su porche teniendo flashbacks de Eleanor, sobre como la perdió cuando se fue por la puerta misteriosa.

La misma puerta que su padre, Barbazul (primer detalle delirante de la serie), instaló e usaba para viajar a destinos exóticos, porque resulta que la puerta es un portal mágico de algún tipo. Papá Barbazul trajo de uno de sus viajes un artefacto mágico que resultó ser el Scarabaeus, el artefacto que convirtió a Louis en Scarab.

Vemos también a Eleanor, igual de joven que el día que cruzó la puerta, que se la pasa vagando por diferentes mundos o realidades sin encontrar la salida. Pasan un par de cosas que no vale la pena mencionar y vemos que el oriental con algún tipo de poderes, el Sicari, encontró a Louis, al que hiere de muerte y tira por la ventana.

Aparentemente el Sicari estaba buscando la puerta para encontrar el camino a Alamut, una fortaleza ocupada durante mucho tiempo por unos asesinos, los Hashshashin. Las ruinas de la fortaleza están en Irán, así que no tiene sentido que haya estado buscando una puerta mística para llegar, aunque con la pinta que tiene le hubiese costado subirse a un avión.

Lo primero que hace el Sicari cuando entra es encontrar a Eleanor, a la cual ataca preguntándole como llegar a Alamut, pero de alguna manera se da cuenta solo de que nunca va a llegar, de que ahí no había una puerta que lo lleve, lo cual hace que se caliente y empiece a perseguir a Eleanor. El Sicari le da bastante duro a Eleanor, hasta que Scarab llega, le atraviesa el pecho de una piña y mata al Sicari, que dura un par de viñetas más. El número termina con un Scarab abrazando a una Eleanor aparentemente muerta.

Poesía

El primer número todavía no es un desastre total, si bien no resulta interesante ni está demasiado bien dibujado, alguien con pensamiento positivo podría pensar que la cosa va a mejorar con los números, pero pasa lo contrario.

El número dos, “Lost and Found”, muestra a Louis lamentándose al lado de una cama donde puso a Eleanor, que no está muerta pero tampoco esta viva, con su alma vagando por algún lado.

Las presencias brillaron un poco menos el día que dejaste tu manto… Scarab

A Louis lo visita el Phantom Stranger, que le dice que va a haber algún tipo de desastre pronto y que lo necesita como Scarab. Le chupa bastante las medias, lo cual es un poco fuera de personaje para el Stranger.

Se ve que Smith quiso tratar de darle un poco de chapa a Scarab por medio del Stranger, pero no resulta creíble lo que dice. A Louis no le preocupa demasiado el desconocido desastre inminente, pero sí le interesa volver a ser Scarab para encontrar el alma de Eleanor.

De vuelta en su departamento, después de unas birras, decide intentar hacer lo que el PS le dijo, y cumplir su sueño de volver a ser joven usando el Scarabaeus. El número termina con Louis joven de nuevo, habiendo asumido de nuevo el manto. En este número la cosa ya empieza a decaer visiblemente. Se lee demasiado rápido porque no pasa casi nada en el número, que además tiene un par de escenas / visiones de dos carillas que no aportan mucho, y bastantes ejemplos de frases delirantes para mal (hay delirios buenos o interesantes, pero este no es el caso).

El número tres, “Moveable Feasts”, empieza mostrando a todos los hombres y nenes de un pueblo costero en North Carolina ahogándose voluntariamente en el mar. Scarab obviamente termina visitando ese pueblo al seguir la huella de una herida que siente en la piel del mundo, mientras viaja por el plano astral o algo por el estilo.

Va de civil al pueblo y se da cuenta bastante rápido de que algo bastante raro está pasando. En el pueblo no hay ningún hombre y sin embargo todas las mujeres están embarazadas. Siempre existe la posibilidad de que sean todas lesbianas fecundadas in vitro, pero parece improbable.

En las afueras de la ciudad encuentra al único hombre todavía vivo, un tal Marty, que le explica que todo es culpa de una mujer del pueblo que está viviendo con un monstruo, y que juntos volvieron loco a todo el pueblo.

El número termina con Marty cortajeado y recién violado yendo a buscar a Scarab. El monstruo resulta ser el dios griego Pan, en forma de carnero humanoide. Scarab no sabe esto todavía, pero seguramente se va a enterar en el número que sigue, o al menos eso espero, no sea cosa que el plot del pueblo dure más de dos números.

Este si se pajea a dos manos

Claramente esta parte es la del dios de la fertilidad que está muriendo, aunque espero que se esté refiriendo a otro dios que aparezca después, porque Pan es el dios de la caza,

de la música, los pastores y rebaños y los campos salvajes de las montañas. Los dioses griegos de la fertilidad eran Demeter y Baco. Por otro lado, a Pan se lo representaba como mitad carnero y probablemente era bastante sátiro, así que el hecho de que le haya dado a todas las mujeres del pueblo no suena nada fuera de lugar.

En el número cuatro, “A Dawn Chorus”, Scarab encuentra al dios Pan, con el que pelea un poco y después se pone a hablar. Pan había despertado para morir, y los bebés que iban a nacer de las mujeres que embarazó iban a ser el legado que le deje al mundo. El número termina con Pan muriendo no mucho después.

El resumen de este número es bastante corto porque la verdad que no hay demasiado que den ganas de mencionar y es un número bastante aburrido.

El número cinco, “Paradise Defiled” es un done-in-one que debe ser de lo más zafable de toda la miniserie, aunque sigue siendo un número bastante choto tiene alguna que otra imagen simpática. Tiene muchos más momentos malos igual. En el principio del número a Louis lo llama una vieja amiga que está preocupada por su hijo que no había vuelto a la casa. Scarab se va volando a Nueva York mientras Jeff, el tipo que estaba buscando, es deformado y modificado corporalmente por un ángel caído que tiene bastante de Tzimisce (un clan de Vampiro la Mascarada que se caracterizaba por las modificaciones corporales que se hacían y que le hacían a varios sujetos). Scarab eventualmente llega a la dimensión donde está el ex ángel y Jeff, una suerte de jardín infernal.

Hay algo de pelea y a Scarab le dan bastante al principio, pero se repone y termina ganando cuando Jeff le dice que llave tiene que usar de las muchas llaves que salen de adentro del ex ángel. Scarab le mete la llave en la cabeza y la gira y así lo destruye junto con el lugar. Raro que use una llave en la cabeza para matarlo ya que la deducción lógica de la metáfora es que le abra la mente de esa manera, lo cual se supone que no te mata, pero bueno, cuestión de gustos.

El Grito

El número seis se llama “Scream Over Hiroshima”, y empieza justamente mostrando el momento cuando los estadounidenses tiraron la bomba atómica “Little Boy” sobre la ciudad. En este número aparecen finalmente los albinos psíquicos rusos, que son tres, viven adentro de unos tanques de agua y están completamente locos. La particularidad de estos tres albinos psíquicos es que de alguna manera, con la ayuda de una maquina gigante, activan y mueven el “Scream over Hiroshima”, que sería una huella magnética (si) que dejaron los gritos de las 140.000 personas que murieron por la bomba.

El Grito es liberado entonces sobre Londres, y causa todo tipo de desastres, al nivel de un terremoto de la concha de la lora, agregándole a esto un avión caído en el medio de la ciudad. Scarab justo estaba volando por ahí pero no puede ayudar demasiado.

Por otro lado, Eleanor, o al menos el cuerpo de ella se esta convirtiendo en un bicho de los Mitos de Cthulhu.

El número termina con una vieja llamando a Scarab por su nombre, lo cual sorprende en cierta manera (ya sorprendería que conozca el nombre Scarab). Esta vieja le dice que hay varios más que saben quien es y que lo estaba buscando para pasarle un mensaje del “otro lado”. El mensaje era “It’s your wife, Mr Sendak. She’s coming back.”, y así termina el número. Este es un intento de cliffhanger intrigante, pero no lo logra demasiado, ya que en ningún momento la serie llega a interesar o a hacer que uno empatice con cualquiera de los personajes.

Realmente no entiendo algunas de las cartas que mandaron al correo de lectores, diciendo cosas como que les sorprendía lo literaria que era la prosa de John Smith, pero bueno, cada cual con lo suyo.

Los famosos albinos psíquicos rusos

El número siete (por suerte ya me falta poco) se llama “The Power and the Glory”, y empieza con el asesinato de los dos científicos que controlaban a los albinos por parte de un general ruso al que le estaban mostrando todo.

Scarab llega al complejo ruso después de que la vieja que lo encontró le abra una puerta al campo astral, el cual aparentemente funciona como atajo. La misma vieja le había advertido a Scarab que tenía que frenar el Grito porque el campo astral estaba en peligro al igual que el físico. Una vez en el complejo, caga a palos al general pero no logra frenar que active el Grito una vez más, esta vez dirigido a Reykjavik.

Preguntaría por qué flotan hipocampos atras de los dos rídiculos, pero sería muy al pedo

Esta vez el Grito es diferente, y funciona como portal para que se empiecen a colar bichos bastante Lovecraftianos (pero que no están dibujados demasiado bien). A Scarab se lo ve bastante perdido, sin saber demasiado bien que hacer, cuando de repente aparecen dos tipos de la nada, uno con pelo largo, jeans, botas rojas bastante ridículas, una máscara de gas, y acariciando un conejo que lleva entre los brazos. El otro es un gordito de traje blanco, sombrero blanco y bastón blanco, con dos manos gigantes puestas como si fuesen alas de ángel en la espalda (uno supone que las manos no tienen entidad física, ya veremos en el próximo nro).

Los dos tienen ojos amarillos y dicen ser del “Cosmic Coincidence Control Center” (Centro de Control de Coincidencias Cósmicas). Le dicen a Scarab que no se preocupe, que ellos se encargaban ahora y con eso el el número termina, por suerte. Si esto en la mente de Smith era “la” gran sorpresa que había que reservar para el final, es preocupante, pero por algo después de esta serie John Smith no escribió ningún comic más.

La verdad que el número es completamente insulso, está mal escrito, con personajes muy poco interesantes, lleno de clichés y tiene el remate de el final con los dos personajes más ridículos, en mala manera, que vi en bastante tiempo, con el detalle agregado del nombre malísimo para su organización o lo que sea que es. Por lo que se vio en los últimos números Scarab intentaba ser una serie de terror, mala, pero de terror, acá es como si Smith de repente hubiese decidido ir mejor para el lado de la comedia teniendo en cuenta como le estaba saliendo la historia.

Por suerte llegué al último número, “What the Rabbit Saw”. Lo primero que nos enteramos es básicamente que las manos gigantes en la espalda del gordito si son físicas, o al menos lo parecen, ahora espero que el script no haya pedido en ningún momento que vuele moviendo las manitos. Otra cosa digna de mencionar es que los dos llaman al evento un “cronoclismo”, lo cual suena tan malo que no se si se supone que me tengo que reír. Una frase como “Las tensiones astrales estaban empeorando rápidamente pero fue el olor de corderoy quemado lo que finalmente nos forzó a actuar” tiene tan poco sentido que de nuevo, supongo que Smith directamente está intentando ser gracioso ahora.

Justamente Scarab está pensando lo mismo que yo al decir “This is a joke. This has to be some kind of joke”, lo cual puede confirmar mi “hipótesis”. Resulta que los dos ridículos son en realidad inteligencias matemáticas de 12 dimensiones traducidas al tiempo y espacio lineal, ancladas en mentes y cuerpos humanoides a los que les gusta llamarse “Ángeles agnósticos de la mezcla cuántica” y su trabajo es cuidar la integridad del mundo-mente (que profundo que suena Smith, es increíble).

Scarab siente la llamada de Eleanor y vuelve volando adonde está ella, ya convertida en un respetable bicho lovecraftiano. Se abrazan y hay una explosión de algún estilo, cósmica, astral y jodida para el mundo-mente, diría tranquilamente Smith, pero acá por algún motivo desaprovecha la chance.

El guardián del conejo usa al mismo para mirar lo que está pasando realmente en el mundo-astral-mente-real, en todos lados y en realidades alternativas también, y se vuelve loco y eventualmente muere por lo que ve. El gordito se lo lleva y se van, haciendo absolutamente nada digno de mencionar después de su intento de entrada triunfal – cliffhanger choto del anterior número.

Scarab se une con su mujer – bicho de Lovecraft, y tienen algún tipo de sexo. El número termina con los dos juntos sobre el Laberinto, y a nadie le queda claro si el mundo se salvó o no, aunque los dos parecen bastante tranquilos, por lo que suponemos que sí.

Terminó Scarab, y la verdad es una suerte. Puede parecer que tengo demasiada animosidad contra la miniserie, pero la verdad es que los ocho números se hacen eternos, no podía esperar a terminar esta review y no volver a leerla nunca más. Dos veces ya es demasiado y más una tortura y yo la terminé leyendo al menos 4 veces.

Pocas veces leí algo tan poco interesante, tan mal escrito, con frases malísimas claramente con intenciones de impresionar y sonar profundas e intrigantes. Por suerte esto no vendió lo suficiente como para que se publique algún comic más de Scarab. Realmente me va a costar encontrar otro comic peor que esté dentro de todo lo publicado por Vertigo, y no se sí habrá.

Soy muy duro con John Smith y lo cierto es que el tipo puede haber escrito cosas mejores pero la verdad es que después de esto tenía que presentar un nuevo Watchmen para que le publiquen algo. Scarab falla en casi todo momento, en todos los ángulos. Los personajes no resultan interesantes, ni están bien caracterizados. En general no me cuesta demasiado empatizar con un personaje, por más que sea un personaje difícil para identificarse con él, o muy diferente a mi, pero no me pasó con ninguno de todos los que aparecen. No hay ni un solo personaje que resulte simpático, y seguramente para el mes que viene ya me voy a haber olvidado de la mayoría.

Decir delirios random no lo hace a uno Morrison

La narrativa resulta lenta, aburrida. Las escenas que funcionan como cortes, que muestran alguna imagen con un sobreimpreso de frases supuestamente profundas de Smith, son en general violentamente malos, y los dibujos de Eaton como mucho llegan a ser pasables, en ningún momento son la gran cosa. Igualmente es preferible que haya sido así, porque tal vez de haber tenido un gran dibujante la serie hubiese vendido más y hubiésemos tenido a Scarab 2.

La trama en todo momento es un embole y desde el principio uno sabe que Smith de ninguna manera iba a hacer otro final que no sea Scarab reunido con Eleanor. Esta bien, para el final Eleanor se convirtió en un bicho lovecraftiano, pero ya para ese momento a nadie le importa. Los números en los que la serie se aleja del plot principal deben ser lo mas tolerable, pero también son un embole tremendo.

En resumen, en mi opinión nadie debería leer Scarab esperando leer algo bueno, y solo se me ocurre que alguien la pueda querer leer para ver lo mala que es. Igualmente lo ideal es ocupar el tiempo que se gasta en leer esto en leer otras cosas, en mi caso ya es más que bastante tarde.

Rating: ★☆☆☆☆

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