Publicada por Vertigo entre Diciembre de 1999 y Mayo del 2000.
Escrita por Bill Willingham (Fables, Jack of Fables, Day of Vengeance ), que también se encarga de dibujar parte del primer numero y de entintarlo entero. El resto de los dibujos del primer número (y de la serie) son de Paul Guinan (Heartbreakers, Chronos). Las portadas, bastante lindas, son de John Bolton (Books of Magic, Gifts of the Night, God Save the Queen).
En el primer número conocemos a Joey Martin, poker proposition player para un casino. Un proposition player de poker vendría a ser un jugador contratado por el casino que juega en las mesas que están medio muertas para revivir los juegos, y que va cambiando de mesa cuando se llena para dejarle el lugar a un verdadero cliente. Estos jugadores del casino reciben un sueldo bastante bajo por hacer esto y juegan al poker con su propia plata, por lo que tienen que tener cuidado al jugar igual que cualquiera, y mas todavía por la cantidad de horas que pasan jugando. Lo único bueno del trabajo es que obviamente uno gana una cantidad enorme de experiencia jugando, se aprende a ser mas conservador e ir a lo seguro y por ende se puede terminar ganando plata de ganancia mas el sueldo.
Joey esta hace varios años trabajando de eso en el mismo casino de Las Vegas con el objetivo de juntar una suma de guita importante y poder renunciar y entrar a jugar los torneos de poker de más plata. Bastante rápido en la serie queda claro que Joey es bastante salame y algo desagradable como persona (un douchebag seria en ingles), especialmente con como trata a la que seria su novia y sus pensamientos en todo ese momento. Tiene pensamientos que a casi todos los hombres que lean esto les debe haber pasado con una mina, pero el tema es que perdió completamente la parte de cortesía y de no hacer exactamente lo que uno quiere. En este primer numero quiere que su novia se vaya de la casa después de coger, como le pasa seguido, pero en vez de dejar que se quede, que es lo que haría cualquier hombre decente, la raja de manera indirecta, y la mina lo entiende de toque y lo manda bastante a la mierda.
Este primer número, como mencioné antes, esta dibujado por Willingham y Guinan, pero es algo que realmente no se nota excepto que uno preste realmente atención. Cualquiera que sea medio despistado no se da cuenta. El arte de los dos es bastante similar y consistente con el del otro.
Teniendo en cuenta la personalidad del personaje principal, es difícil empatizar con él, lo cual supongo debe haber sido intencional por parte de Willingham. La serie empieza a encaminarse a su tema principal cuando un compañero de laburo de Joey, estando varios juntos en un bar, menciona que es un tipo con una mentalidad completamente científica, que no tiene nada de supersticioso.
Joey lo desafía diciéndole que el si le puede encontrar un lado supersticioso y le dice que le paga una cerveza si el escribe en una servilleta que le da su alma inmortal a cambio de una servilleta. Al negro (el compañero) le da algo de resquemor la idea, como le pasaría a la mayoría, pero termina haciéndolo porque sino se estaría contradiciendo completamente. Otros compañeros del trabajo toman la apuesta como para ellos también y empiezan a gritarle a las demás personas del bar que hay un tipo que regala cervezas a cambio de servilletas que dicen que le venden el alma.
En total termina comprando 32 “vale por un alma”, lo cual causa que Joey termine gastando bastante guita en la jodita. Este tema/concepto no es el mas original, se ha visto en múltiples diferentes maneras (me acuerdo un capitulo de los Simpsons como ejemplo, es lo primero que me viene a la mente) aunque en este caso desde el principio las cosas se muestran como bastante particulares. Resulta que Joey en realidad si compro legalmente estas almas, y a raíz de esto el cielo y el infierno lo buscan para comprárselas a el. Joey, ayudado seguramente por los años de poker que tiene, sabe negociar y analizar bien las situaciones y no cede las almas a ninguno de los dos, en principio viendo hasta donde ofrecían.
En el segundo número Joey, guiado por Bill (el emisario gigante del Cielo), conoce varias deidades venidas a menos por haber perdido sus seguidores. El primero que conoce es Odín, que esta desmayado en pedo, lo único que se acuerda para ese punto es como summonear licor. Después de esto Bill lo lleva a una suerte de bar para dioses que ya son prácticamente un chiste (Guinan se manda un muy buen dibujo que abarca la parte superior de dos hojas donde se ven dioses aztecas, romanos, hindúes, egipcios, africanos, etc).
Las cosas se le complican cuando el cielo causa un incendio en el casino porque Joey no cedía las almas, lo que hace que algunas de las personas que le vendieron el alma mueran. Guinan se manda unas muy buen dibujo de dos páginas en donde muestra el incendio de fondo y varias escenas en donde conocidos del casino (que le habían vendido el alma) morían de diferentes maneras en el incendio, estas escenas encerradas en los diferentes signos de las cartas de poker (pic, trébol, etc).
En el cuarto número Willingham pone en juego un elemento interesante, que es el hecho de que, al Joey no tener ningún lugar armado, ningún Cielo, Valhalla, Infierno, etc, ni ningunas reglas en cuanto a lo que pasa, las almas le aparecen en la misma forma en la que terminaron muriendo, y en su departamento. Así es que le aparecen un par de compañeros de laburo convertido uno en mierda (se lo comió un cocodrilo), otro en ceniza (por prenderse fuego) y otro todo aplastado por caérsele una pared de ladrillos encima.
Los representantes del Cielo son los primeros en aparecer, pero obviamente la representante del Infierno no tarda mucho en aparecer tampoco y esta representada por una súcuba que vendría a ser una morocha tremenda, a la cual Joel termina cayéndole simpático, y ella es la que le explica porque estaban apareciendo así todas las almas muertas.
Todo esto mientras el Cielo busca recuperar esas almas como puedan, abandonando el intento de comprárselas, para pasar a torturar a su novia. Es curioso el hecho de que Willingham caracterice al Cielo como mucho más hijo de puta y violento al momento de buscar conseguir las almas en poder de Joey, y que muestre al Infierno como más directo y justo, y bastante menos violento. Esto puede que tenga que ver con la visión de Willingham con respecto a la religión cristiana, aunque no tengo idea sobre cual es esta.
Joey arma una suerte de subasta en su departamento para que los interesados en sus almas le ofrezcan cosas a cambio. Van pasando varios y al final Joey termina haciendo un trato con un par de dioses, Moloch y Anubis, a los que conoció en el bar de los dioses, que lo convencen de quedarse con las almas y conseguir muchas mas y le pasan el dato de cómo conseguir varias almas que estaban sin reclamar en el limbo, a cambio de pertenecer en su nuevo panteón.
Hay un par de secuencias muy buenas de Joey teniendo que decidir los aspectos de su nueva religión, como el origen del universo o como vuelven aparecen las almas después de la muerte y en donde.
Joey, estando bastante hecho mierda después de varias horas de entrevistas con dioses, decide que el origen del universo es que un gran mono del caos cago en su mano y mando su mierda hacia el universo, creando todos los planetas, las estrellas y la vida y que después formo con el moco sagrado a Joey Martin, a quien dejo a cargo del universo. Obviamente el mono termina apareciendo después, y tiene un par de momentos buenos.
Joey le fue tomando el gustito a lo que iba descubriendo y decide ni en pedo ceder ante el cielo y termina tomando el consejo de los dos dioses esos. El final me cae simpático, con Joey convertido de la noche a la mañana en el poseedor de la mayor cantidad de almas, sobrepasando al cielo y al infierno, con un afterlife que es un casino gigante.
Joey sigue su idea original y pone en todo el pais (y eventualmente se expande al resto del mundo) casillas que ofrecen comprar el alma por doce dolares, lo cual hace que en poco tiempo sobrepase al cristianismo y a cualquier religión. El comentario sobre el carácter materialista que sobrepasa al religioso es bastante directo y hace dudar un poco, puede que de poner ese tipo de casillas en todo el mundo la gente que firmaría su alma a cambio de plata representaría un numero mas grande que los religiosos, puede que no. Aunque probablemente si.
Hugin y Munin como personajes secundarios se roban un par de momentos de la serie, y en general terminan cayendo bastante simpáticos, especialmente la escena en donde se “presentan” para convencer a Joey de que los contrate.
La serie tiene un final feliz, con Joey reviviendo a Lacy para vivir junto a ella dentro de su nuevo Casino reino en donde el termina siendo el Dios mas poderoso, así con mayúscula.
Willingham la pega con una premisa simple, pero que usa con bastante onda, creando una historia light, que tiene criticas hacia la religión cristiana y hacia todo tipo de religión, pero esto como trasfondo, la serie no se pone a ser expositiva. Se ve que Willingham tiene facilidad para las premisas interesantes, siendo Fables el otro ejemplo en cuanto a una premisa relativamente simple, pero llevada de manera muy original y novedosa.
Proposition Player es una historia que se lee rápido, pero que resulta realmente entretenida e interesante, si bien no me llevo demasiado a la reflexión. Las criticas hacia la religión, y la mirada cínica con respecto a lo fácil que sería comprar miles de almas por la preponderancia del escepticismo, son solapadas pero bastante directas a la vez. Lo mismo con el comentario implícito de que la gran mayoría de las personas son ateas, siendo el número de estos los que inclinan la balanza de poder definitivamente a favor de Joey.
Esta es una obra recomendable para leer, pero que tampoco es impresionante, es un buen trabajo de Willingham con dibujos en general aceptables de Guinan, que tiene algunos muy buenos momentos también.
En Amazon todavía quedan algunas copias del TP.
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